Álvarez: “El trasvasamiento generacional al que se refería el General Perón tiene que ver con una predisposición mental no con una cuestión de edad o descendencia”

Aunque nadie se atreva a decirlo con todas las palabras hay crisis de conducción en el Justicialismo local desde la renuncia de Jorge Rodríguez Erneta. Los seguidores del ex intendente esperan algún milagro que les devuelva esa buena vida que tenían hace muy poco tiempo y que hoy ven desaparecer con el paso del tiempo y las decisiones que toma el actual jefe comunal Gustavo Barrera.

La espera es tensa y larga. Se ilusionan un fin de semana con la llegada del ex líder y se desilusionan, pocas horas después cuando lo ven partir sin dejar ninguna indicación, ni una dirección y ninguna promesa de trabajo para los hoy desocupados. Erneta no se llevó a nadie como colaborador de Villa Gesell, salvó su osamenta dañada por las sospechas de corrupción y malversación de fondos públicos y con la imagen de obras fundamentales, como las viviendas, el Materno Infantil y el Centro de Convenciones sin terminar. Hay crisis de conducción, no cabe duda.

En oportunidad del Curso de Formación Política que dictó Erneta junto a otros dirigentes nacionales hace pocos días, en la sede  del Centro de Jubilados generó un escándalo interno en la institución por la cesión del edificio al ernetismo. Sin embargo lo más grave no fue eso, sino una suerte de imposición de descendencia sanguínea de Rodríguez Erneta para las próximas elecciones. Sus hijos Federico y Patricio Rodríguez Erneta  portadores de un apellido que algunos pocos creen ilustre tuvieron una llamativa participación en el evento partidario. 

Los dirigentes locales que tienen aspiraciones mantuvieron silencio, no opinaron, quizás para esperar una mejor oportunidad después de mascullar el insólito escenario que dibujo el ex - intendente.  A su lado estaba su fuente de inspiración: Patricio Mussi, intendente de Berazategui, hijo del Juan José Mussi  ex - intendente de Berazategui. Se entiende.

En la primera fila estaba el concejal y vice presidente del PJ geselino, Fernando Acebal enmudecido.  El concejal Sebastián Álvarez se fue antes de finalizar el “cursito”.

El conductor ausente                

“Yo nunca dije en forma personal que iba a ser candidato a intendente en el 2015, por lo menos en esta primer etapa no lo he manifestado. Que es un deseo que, obviamente, como militante tengo, es verdad  porque todo militante a lo largo de desarrollar esta tarea suma responsabilidades y se plantea anhelos que cumplir y por supuesto desde esta perspectiva  no hay nada más que me guste,  y es un sueño,  poder ser intendente de la ciudad que amo y donde nací”, expresó el concejal Sebastián Álvarez.  

Y luego añadió “Pero el peronismo es muy pragmático y esto indica que siempre nos encolumnamos detrás de la persona que más mide en las encuestas y que puede garantizar el proyecto. Nuestros enemigos son las diferentes opciones partidarias que conviven en Villa Gesell. Nosotros buscaremos el mejor hombre que represente los intereses comunitarios, que mejor garantice los derechos de la población, y que represente el proyecto que comenzó en el 2003. Pero eso se debatirá más adelante,  cuando comiencen las discusiones electorales”

El método para buscar la conducción          

Está claro que desde Buenos Aires no se puede conducir los destinos del PJ de Villa Gesell y muchos menos desde un avión o un vagón de un tren chino, hay que estar aquí para cuidar la tropa, para atender las necesidades de los punteros y otras yerbas. El conductor debe vivir en la ciudad para estar cerca de la gente que lo sigue. El conductor es único, se puede equivocar pero se le perdonan los errores y hasta se olvidan. Hoy un dirigente así no hay en el peronismo de Villa Gesell.         

“Pensar ahora en candidaturas a un año vista del cierre de listas, es faltarle el respeto a la gente que lucha por tener más seguridad, más cloacas, por el gas, porque les limpien las calles y por los servicios públicos y en función de eso a mí me encuentran trabajando mancomunadamente en esta gestión que comenzó en el 2007 y hoy sigue en manos del doctor Gustavo Barrera. Por esto en su momento daremos la discusión que haya que dar dentro de  las estructuras partidarias y buscaremos quien garantice el triunfo y quien trabaje de la mejor manera para resolver los problemas que nos apuntan los vecinos todos los días”, definió Álvarez.  

“A nosotros siempre nos van a encontrar unidos trabajando fuera de cualquier sectarismo, lejos de cualquier tipo de interés económico o personal;  vamos a estar contra la inseguridad, en contra del delito, generando políticas públicas que mejoren el turismo que muy bien le hace a la gente y a la ciudad porque genera empleo. Ahí me van a encontrar trabajando  para desarrollar los mejores hombres para garantizar el triunfo”, puntualizó el edil 

¿Un apellido puede conducir los destinos de Villa Gesell?

Creer que Rodríguez Erneta pueda posicionar a sus hijos como futuros dirigentes del peronismo local con intenciones de futuras candidaturas es de una ingenuidad pavorosa pero también, es subestimar a los dirigentes locales que trabajaron en la denominada “Gestión” durante siete años. Nadie lo obligo a renunciar, se fue porque quiso, porque tuvo una mejor oportunidad y se alejó de Villa Gesell. Jugó una carta que si le sale bien será una guía que sentirá la Republica como lo sentimos los geselinos. Para buscar descendencia sanguínea en la política hay que dejar, como mínimo, buenos recuerdos, obras terminadas, cuentas saneadas del dinero público.

“Creo que la conducción política de una estructura partidaria o política se da en base al trabajo y creo que las conducciones y el poder político se va construyendo en función del trabajo con la gente y se tenemos esto en cuenta creo que quien manifieste o represente mejor a los vecinos y trabaje para un proyecto que busque soluciones a los problemas de la sociedad y solucione los inconvenientes de seguridad, será la mejor persona que pueda garantizar el proceso político de los próximos ocho, doce o dieciséis años que vienen. El trasvasamiento generacional al que se refería el General Juan Perón tiene que ver con una predisposición mental no con una cuestión de edad o descendencia, entonces viene una nueva era de hacer política que va a estar con un  horizonte donde se pueden generar nuevos ejes que va a  tener que ver con las administración de los recursos, con la modernización del estado, con la descentralización de la seguridad.  Venimos de una  historia en que se ha concentrado  poder y en esa concentración de la política en los poderes centrales ha fracasado,  por eso los poderes locales han propuesto descentralizar la educación, la seguridad, el sistema impositivo, el turismo. Y es ahí donde nos tiene que encontrar a los dirigentes con la cabeza abierta para buscar las soluciones y las mejores opciones políticas. Creo que debemos  tener estos ejes para quienes pretendan dirigir los destinos colectivos de nuestra comunidad”.