La renuncia de Juan Chamorro, secretario de Salud de la Municipalidad de Villa Gesell en medio de fuertes críticas dirigidas al intendente Gustavo Barrera, no aclara una serie de contratos y licitaciones en el área de salud que merecen una explicación a la comunidad
Era un emblema de la “Gestión Erneta” desde el 2007 que supo eludir su responsabilidad como secretario de Salud en la contratación de empresas para abastecer de insumos hospitalarios durante los últimos años. Hoy el “amigo” de Erneta renunció en el medio de críticas al actual intendente porque no fue consultado sobre algunas modificaciones de su área y consideró una falta de respeto por no ser consultado. También dijo que no va a trabajar para la UCR y remató su opinión con cinismo cuando dijo estar orgulloso del trabajo realizado con Erneta desde el año 2007.
Chamorro fue quizás el “tigre de papel” de la “Gestión”, amenazó con logros que nunca se produjeron, el hospital nunca cambió durante su gestión, se registraron muertes dudosas y fue caótico el sistema para otorgar turnos a la comunidad. Muchos creyeron que se los devoraba y terminó siendo un felino doméstico. No deja un sello positivo su paso como responsable del área. Su carácter irascible le sirvió para eludir su compromiso con la comunidad en este sensible servicio.
¿Y esto cómo se explica?
Sin embargo el Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires fue el organismo que desnudó como nunca antes los negociados que se realizaron en el área bajo la tutela del fantasmal Fabián Brandolino , el inexperto Pablo Lucero y el distraído Juan Chamorro, quien había salido de la Secretaría para ocupar el cargo en la Dirección de Personas Jurídicas del Municipio.
En la licitación privada N° 19/2013 expediente 870/2013 se presentaron los proveedores Chemas.S.A., Orellana Perillo, Paola, Sol Lab. S.R.L. y Fabrello, Jorge. Se adjudicó a este último por decreto N° 1169 del 3.5.2013 por la suma de 216.000 pesos.
El tribunal de Cuentas comprobó que los pliegos no fueron firmados por los proveedores como aceptación de las condiciones. Se invitaron a cuatro empresas en un rubro donde no hay proveedores inscriptos. No se halló el detalle de los equipos alquilados, tampoco hay un informe de la A.N.M.A.T.
Por expediente 1871/2013 se llamó a licitación Privada para la adquisición Insumos hospitalarios. Se adjudicó la licitación a Orellana Perillo por la suma de 133.902,04 mediante Decreto N° 1245 del 17.5.2013 por 168.688,00 pesos y a Droguería Azcuénaga por 133.902 pesos.
La relatoría observó que se invitaron a cuatro empresas inscriptas en distintos rubros a lo requerido para la licitación. El municipio abonó en total a las dos empresas 302.590, 04 pesos.
En el rubro adquisición de insumo para el hospital el Tribunal verificó que las empresas Biofat S.R.L. Orellana Perillo, Paola Beatriz, Fabrello, Jorge Alberto autorizaron a Fabrello a retirar los cheques de la comuna.
Biofat S.R.L. pertenece a Fabrello Jorge como socio y gerente, es unipersonal y está casado en segundas nupcias con Orellana Perillo, Paola y ambas empresas tienen el mismo teléfono.
También se verificó que Jorge Fabrello, según actividad emitida por la AFIP no registra actividad relacionada con la venta de productos farmacéuticos y/o medicamentos, ni equipos de hospital relacionados con la salud. Sin embargo se encuentra inscripto en la comuna como proveedor de drogas y medicamentos.
Se ha verificado que las empresas tienen su situación interna caótica sin actualización de pago de impuestos nacionales, no tienen estatutos, no se demuestra la titularidad de las máquinas, tampoco las alquilan ya que no consta la constitución de los contratos, no se verifican las pólizas de seguros de los empleados y tampoco fue requerida esta documentación por la jefa de compras
Fabián Brandolino reemplazó a Juan Chamorro en la secretaria de Salud y se nombró al traumatólogo Pablo Lucero como director del Hospital, Chamorro ocupo la dirección de Personas Jurídicas, bien podría haber comprobado la irregular conformación de estas empresas que proveyeron insumos al hospital municipal, lugar que pudo haber sido su segundo hogar ya que de allí salió, de allí se fue y allí volvió en este año. Es casi imposible descartar la responsabilidad de Chamorro en este caso.
Es fácil irse sin dar explicaciones, renunciar a todo y resguardarse en la casa o en otro trabajo bien remunerado, criticar con dureza lo que se sufre hoy cuando, durante años se lo hicieron a otros. Hoy está mal porque Chamorro lo sufre en carne propia, pero antes estaba bien porque la Gestión manejaba el poder a su antojo. Pasan los años, la fiesta terminó, la sociedad se cansó de estos manejos, de la soberbia y la irregularidad, los tiempos cambian mientras las valentías se diluyen.
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