Ante la ola de calor que anuncia el Servicio Meterologico Nacional, hay varias recomendaciones a tener en cuenta.
Desde varias entidades de Salud han lanzado una serie de recomendaciones a tener en cuenta en aquellas situaciones de calor extremo.
Así, se ha hecho un llamamiento especial en la prevención contra el calor, para lo que se recomienda beber más líquidos de lo habitual, preferentemente agua y no esperar a tener sed para beber. Además, se pide evitar bebidas que contienen cafeína, alcohol o demasiado azúcar.
En cuanto a la alimentación se recomienda hacer comidas ligeras. En casa, cerrar las ventanas y bajar las persianas sobre las que dé el sol, aprovechando los momentos de menos calor para ventilar y refrescar la casa.
Sobre la ropa, la recomendación es de un uso de ropa holgada, ligera y de colores claros, con calzado cómodo y fresco.
Mantenerse frsscos, si nota mucho calor, tome duchas o baños fríos. Asimismo, se recomienda evitar salir a la calle en las horas de más calor y, en cado de tener que salir, llevar la cabeza cubierta y usar gafas de sol.
Además, se hace un especial énfasis en que nunca se quede o deje a alguien en un vehículo estacionado y cerrado, aunque esté a la sombra. Cuidar de las personas más frágiles, prestar especial atención a bebés y niños pequeños, mayores y personas con enfermedades que puedan agravarse con el calor y la deshidratación como, por ejemplo, las enfermedades cardíacas.
Medidas a tomar en caso de golpe de calor
Los efectos negativos de las altas temperaturas se pueden manifestar en forma de mareos, debilidad, fatiga, náuseas, o incluso el desmayo.
La insolación también está asociada a las altas temperaturas y cursa con piel enrojecida, caliente y seca, pulso rápido o dolor intenso de cabeza. En estos casos, se recomienda mantener a la persona en sitio fresco, con la cabeza cubierta, colocarle en las axilas compresas mojadas y frías y darle de beber agua con sal y bicarbonato.
Los grupos de riesgo en la ola de calor
Hay ciertas personas que tienen un mayor riesgo de sufrir las consecuencias de las altas temperaturas extremas. Es el caso de los niños (personas menores de 4 años y, en especial, lactantes); personas mayores (por encima de 65 años y en especial, mayores de 80); enfermos crónicos con distintas patologías (cardiovascular, respiratoria, diabetes, insuficiencia renal crónica, demencias, obesidad severa); y con ciertos tratamientos médicos como diuréticos, neurolépticos, anticolinérgicos y tranquilizantes.
También deben extremar la precaución aquellas personas que realizan actividades intensas al aire libre, tanto laborales como de ocio, y personas en situación de marginación social.
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