Presupuesto 2015: Un acto solidario y de socorro

En el recinto flotó la penosa  sensación de que los concejales aprobaron este Presupuesto 2015 como para no hacerle la gestión más difícil al intendente Gustavo Barrera. Todas fueron diatribas, sugerencias, reclamos y toda la retahíla de calificativos que se pueda imaginar,  pero el Presupuesto fue aprobado con la sola modificación de reducir el valor del Mult  de 10 a 2 pesos. El Mult es el valor base para las multas y sanciones que debe aplicar la municipalidad.

La crítica más despiadada fue la del jefe del bloque del Frente Para la Victoria Fernando Acebal quien detalló los errores y arremetió con dureza contra el aumento a los trabajadores de la municipalidad.  Acebal dio su mirada sobre el escalonamiento del incremento salarial y explicó que no es del 48 por ciento. Después de un cálculo que realizó el concejal en el recinto llegó a la conclusión que el incremento es del orden del 30 por ciento.  Acebal desmenuzó los porcentajes en los meses estipulados en el acuerdo: 12 por ciento en abril con una erogación de 17 millones de pesos, el 14 en julio con una erogación 14.500 millones y en  septiembre el orden 22 por ciento con un erogación de 12 millones. Luego el edil sumo las erogaciones y le dio como resultado unos 40 millones de pesos, ergo concluyó que no es de 48 por ciento sino del 30por ciento  sobre la masa salarial.

 “Sobre los gastos en cubiertas de los vehículos municipales Acebal dijo que se  presupuestaron 5.200 pesos para todo el año,  en el mantenimiento de la vía pública se presupuestaron 1.400.000 y se ejecutaron en estos dos meses: nada”, dijo el edil peronista.

Acebal delineó varios rubros con fuertes cuestionamientos por  los montos presupuestados. El concejal afirmó que son escasos y se refirió a los gastos en los tres primeros meses del presente año en que se gastaron en algunos casos mucho más y en otros mucho menos.

El jefe del Bloque del  Frente Para La Victoria repitió los ataques acostumbrados a la administración de Gustavo Barrera, un clásico de los últimos meses y que silenció durante el  reinado de siete años de Jorge Rodríguez Erneta, procesado por presunta corrupción y malversación de fondos públicos.

Por su parte Jorge Martínez Salas  atacó la elaboración del presupuesto al que calificó de “dibujo” y lo analizo someramente y planteó la consecuente Rendición de  Cuentas. El jefe del Bloque de la oposición detalló el presupuesto y la transferencia de recursos de una cuenta a otra durante el año. Luego arremetió con la rendición de cuentas 2014 que ya entró  en el concejo deliberante para ser  analizada en los próximos días

 “El presupuesto 2014 fue de 235 millones de pesos y este año es de  316 millones o sea un aumento de 81 millones de pesos, unos 7 millones de pesos más para gastar que se recaudaran 45 millones de coparticipación provincial que están asegurados, la moratoria sirvió unos 40 millones de pesos entre lo cobrado y lo que falta cobrar. Y un aumento de tasas que ronda el 15 por ciento,  unos 10 a 15 millones de pesos más. Esto supera los 85 millones de pesos para funcionar en forma correcta y equilibrado con obras publicas incluidas”, opinó Martínez Salas

La crítica de Martínez Salas fue al revés de Acebal. El concejal dijo que este presupuesto  previno  recaudaciones  bajas  y se recaudará más por la coparticipación, el aumento de tasas y la moratoria. La conclusión es que el cálculo de recursos esta subpresuestado con lo que la municipalidad recaudará  más dinero.

El jefe del Bloque de la oposición tomo diez cuentas del año pasado y las comparó con los gastos actuales: Gasto en  maderas en 2014 se previno 300 mil pesos y se gastaron 560 mil pesos, compuestos químicos se previno 80 mil pesos y se gastaron 380 mil pesos, productos de material plástico se previno  2,200 pesos y se gastaron 250 mil pesos y así delineo varios rubros con la misa  temática y concluyó que  el presupuesto es un dibujo.

A pesar de las furibundas críticas de ambos bloques mayoritarios aprobaron el Presupuesto 2015 por 315 millones de  pesos. Una suerte de socorro hacia el intendente en el año electoral y una forma de apaciguar la crisis que este deliberante no termina de definir con claridad.