Un conflicto previsible

El conflicto era previsible y esperado. Hace más de dos meses atrás el propio intendente Gustavo Barrera los lo había adelantado y estaba seguro que era otro frente  que se abría y era previsible.

Lo primero que hay que entender es que la empresa está en un mal momento económico y financiero  porque hay un embargo del propietario anterior  de los pagos que realiza la municipalidad  todos los meses. El porcentaje ronda el 35 por ciento de retención judicial. Sin embargo este problema es ajeno a la relación con la municipalidad   y obviamente a la comuna.

El tercer punto es que este es un conflicto heredado por la actual administración de parte del ex –intendente Jorge Rodríguez Erneta quien permitió que el mismo empresario, Gustavo Pereyra sea el propietario de dos servicios públicos esenciales para la comunidad: El servicio público de pasajeros y la recolección de residuos urbanos.  Aquel pliego que no pasó por los concejales establecía una nueva fórmula de actualización de recursos para la empresa. Pero esto ni se cumple ni se renegoció.   

“Los servicios de ART no se pueden pagar, incluso el empresario no sabe si va a pagar los salarios, ya dejamos de hacer  horas extras y decidimos trabajar a reglamento. Esta situación viene desde ha ce tiempo, nuestra buena voluntad demostrada cuando fuimos a hablar con el intendente.  El empresario aduce que la municipalidad no aumenta desde  hace tres años atrás. Cuando el presupuesto era de  180 millones pagaba 17 millones y con un presupuesto de 380 millones paga lo mismo. También tenemos un 35 por ciento de embargo de los fondos que paga el municipio. Si no pagan los salarios seguimos con la medida de fuerza,  tenemos que tener un acercamiento con el municipio. Queremos solucionar este problema y hemos puesto  paños fríos para evitar situaciones más graves , tenemos buenas intenciones por hay un problema personal entre el empresario y el intendente que perjudican a los trabajadores”, explicó Alejandro Gallardo, delegado de los Camioneros.

Lo trabajadores organizaron un piquete frente el predio de deposición de residuos ubicado en la ruta Interbalnearia e impidieron el ingreso de los camiones del municipio que habían levantado los residuos de la ciudad.

“Atento a esta situación, el Intendente Gustavo Barrera ordenó realizar las tareas de recolección con camiones municipales y enviar dichos residuos al predio en Ruta 11, con el claro objetivo de mantener la Ciudad limpia.

Sin embargo, los camiones municipales no podían ingresar al predio por un bloqueo de empleados de la empresa. Cabe destacar también que no se permitía el acceso de camiones locales, pero sí de la localidad vecina de Madariaga.

Llegando al mediodía, la guardia montada en el acceso al predio se retiró y el camión municipal pudo ingresar al lugar  acompañado por un móvil policial y personal de inspección general, quienes al llegar a la entrada del basural no se les era permitido el ingreso por lo que se les labró y entregó un acta.

Finalmente el paro de recolección de residuos fue levantado y por el momento continuará con normalidad la recolección” informo la oficina de Prensa municipal.