El pasado 3 de Septiembre, el jefe comunal, Gustavo Barrera, se refirió en conferencia de prensa, a la decisión tomada por el Ejecutivo de que a partir del corriente año, el municipio no realizará la tradicional elección de la reina y sus princesas en la Fiesta Nacional de la Diversidad Cultural.
Esta decisión se toma en contemplación de la ley 26.485 para evitar la violencia simbólica y la cosificación del género femenino.
Para dejar las cosas en claro, el intendente expresó que el municipio no realizará esta actividad para evitar la vinculación del estado con este tipo de elecciones.
De esta manera, Villa Gesell se suma a municipios como el de Chivilcoy, que fue la primera ciudad en suspender estos desfiles.
Varios medios de ciudades aledañas, como Mar del Plata, Pinamar y Miramar, entre otros, se hicieron eco de la novedad y lo publicaron en sus portales.
Es tiempo que Villa Gesell deje de lado tradiciones antiguas y misóginas, y abrace nuevas. ¿Realmente queremos, como vecinos, una representante elegida exclusivamente por su apariencia, de una manera cruel, exponiendo a las concursantes ante, a veces, jornadas extenuantes, con frío, en malla, para ser observadas por un jurado? Las redes sociales muestran un gran apoyo a esta decisión municipal, así que me atrevo a decir que no.
En esta vorágine donde la violencia de género es moneda corriente, donde la mujer, tomada como objeto domina la televisión, Villa Gesell intenta hacer la diferencia.
Los tiempos han empezado a cambiar y brisas de igualdad de género comienzan a soplar en nuestra ciudad. Respiremos hondo.
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