El poder adquisitivo de las familias argentinas sufrió una caída histórica este año, alcanzando niveles que no se veían desde la crisis de 2001. Según un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, el salario mínimo perdió un 1,3% en octubre y acumula una caída del 28% desde noviembre de 2023. Este fenómeno se atribuye a la aceleración de la inflación y la devaluación del peso, que se disparó un 120% en diciembre, además del aumento de tarifas de servicios públicos.
El informe también coincide con los datos del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra), vinculado a la CTA, que revela que el poder de compra del salario mínimo es un 39,9% inferior al de noviembre de 2019, cuando terminó el gobierno de Cambiemos, y un 54% menor que en 2015. La merma del salario mínimo comenzó a fines de 2023, con una caída del 15% en diciembre y un descenso del 17% en enero, tendencia que se profundizó en los meses posteriores, alcanzando valores inferiores a los de la crisis de la convertibilidad.
Los datos oficiales del INDEC también reflejan la contracción en el poder adquisitivo, aunque los salarios promedio lograron una leve recuperación gracias a las negociaciones paritarias. Sin embargo, a septiembre de 2024, los salarios promedio seguían siendo un 1,5% inferiores a los de noviembre del año anterior, y las remuneraciones del sector privado acumulan una caída del 3% respecto al mismo período de 2023. Esta pérdida de poder adquisitivo, que llega al 20% si se compara con los valores máximos de 2013, refleja la persistente crisis económica que golpea a la mayoría de los trabajadores en el país.
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