La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, criticó duramente a Amnistía Internacional (AI) tras la publicación de un informe que documenta abusos en la represión de protestas sociales desde el inicio de la gestión del presidente Javier Milei. El documento de AI, titulado Disenso en riesgo, denunció el uso excesivo de la fuerza en al menos 15 manifestaciones en la Ciudad de Buenos Aires, con más de 1100 heridos, incluidos 33 impactos faciales y 50 periodistas lesionados, además de detenciones arbitrarias en cárceles de máxima seguridad. La ONG calificó la implementación del "Protocolo Antipiquetes" como un grave retroceso en el derecho a la protesta.
Bullrich respondió al informe acusando a AI de estar "del lado de los delincuentes" y de proteger a los "piqueteros", mientras desestimó las conclusiones del documento como "ideología pura". También defendió la política de represión afirmando que, durante su gestión, se buscó terminar con las extorsiones y la violencia asociada a las protestas callejeras. Por su parte, AI replicó que su trabajo se basa en una metodología rigurosa y en evidencia concreta, señalando que exponer abusos suele generar rechazo de los gobiernos implicados, como en este caso.
La organización recordó casos emblemáticos, como el de una niña atacada con gas lacrimógeno en una protesta frente al Congreso, y reafirmó su compromiso con la denuncia de la violencia estatal. AI subrayó que sus investigaciones han sido clave para exigir justicia en numerosos contextos y que continuará trabajando en defensa de los derechos humanos sin importar el gobierno de turno.
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