La diputada Diana Conti presentó el jueves un proyecto de ley para despenalizar el cannabis como uso medicinal. "No podemos permitir que pacientes sigan sufriendo cuando pueden tener la solución en el patio de su casa", aseguró la diputada en el marco de la iniciativa de los geselinos que lograron importarlo legalmente para tratar la epilepcia de su hija.
En un proyecto de ley presentado este jueves, la diputada nacional del Frente para la Victoria Diana Conti volvió a abrir un viejo debate y propuso la despenalización del uso terapéutico de la marihuana. La iniciativa modifica la Ley de Estupefacientes considerando “legítimo” y “autorizado” el consumo, tenencia y producción de la planta de cannabis para fines terapéuticos o para la investigación de su posible eficiencia como medicación terapéutica o para el control de síntomas o cuidados paliativos. Conti ya había presentado el proyecto en el año 2006, y ahora lo vuelve a presentar diez años después al considerar que “no podemos seguir permitiendo que pacientes sigan sufriendo cuando pueden tener la solución en el patio de sus casas”. Según la diputada, cada vez toman más fuerza los testimonios y experiencias positivas en tratamientos paliativos de pacientes oncológicos o en enfermedades como VIH sida, epilepsia y anorexia, que mediante el uso de cannabis han mejorado su calidad de vida reduciendo dolores y diferentes síntomas correspondientes a sus patologías.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó meses atras por primera vez a Laura Alasi y Fernando Vilumbrales importar aceite de cannabis para tratar a su hija Josefina de tres años. El día 17 de Febrero de 2016 ANMAT permitió la importación a cinco pacientes más que sufren de epilepsia refractaria. A propósito de esta creciente demanda de la planta de marihuana para uso medicinal, el intendente de General Lamadrid, Martín Randazzo, puso en marcha un proyecto conjuntamente con la Universidad de La Plata y el CONICET para la producción y distribución del extracto de la planta para su uso terapéutico.
“El desafío es seguir la lógica de la producción nacional para abaratar costos y que toda persona que lo necesite pueda acceder sin tener que acudir a la importación”, afirmó Conti. Precisó que en materia de legislación sobre el uso y consumo de cannabis nos encontramos atrasados respecto de países de la región y del mundo, como por ejemplo Colombia, Uruguay, Chile, Estados Unidos, Holanda, Canadá y Australia. En Uruguay, por ejemplo, la legalización se dio en el año 2014, siendo el primer país de la región en donde no sólo fue legalizada la marihuana, sino que el Estado se hace cargo del control, distribución y educación del uso de cannabis desde la temprana edad. En Estados Unidos, ya son 25 los Estados que han legalizado el uso terapéutico de la marihuana, en los cuales dos de ellos (Colorado y Washington) la han legalizado de manera total. “No avanzar en estas discusiones sólo logrará desviar el foco de atención de la lucha contra el narcotráfico gastando recursos del Estado ineficientemente en la criminalización a los usuarios que consumen el cannabis para mejorar su calidad de vida y hacer frente a sus problemas de salud”, concluyó Conti.
Fuente: El Parlamentario
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