21/07/2014
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El informador geselino Por El informador geselino

Es una cuestión de estilo

Copete: 

El regreso del intendente Gustavo Barrera tuvo las primeras sorpresas que sacudieron el ambiente político del gobierno. No cabe duda que el estilo de Barrera es distinto al de Acebal.

“Los compañeros no se tocan, se bancan hasta el final”, podría ser un principio peronista que justifica que si ese compañero es un ladrón, vago, atorrante o mercenario también hay que bancarlo porque es peronista. Lo que no se perdona es la traición  y la ausencia de lealtad. Otra de las verdades peronistas es que el líder siempre tiene razón y sus decisiones no se cuestionan. Para los que no entienden esto hay que decirles que así es el peronismo por dentro y muchos de sus dirigentes cumplen con estos preceptos metodológicos al pie de la letra o inventan otros que le atribuyen al general que quizás este nunca dijo, pero les sirve para justificar actos deshonestos. 

En fin, es el poder y su manejo. Cristina banca a un vice presidente procesado y no le importa nada ni lo que digan, ni como nos miran en el mundo.  Mauricio Macri hizo lo mismo y ahí camina con orgullo con su procesamiento a cuestas. De manera tal que si en las esferas del gran poder se toleran estos rasgos, porque Gustavo Barrera debería “bancar” a compañeros que no le son simpáticos si los puede cambiar por los de su confianza. Tiene derecho, es el intendente. 

La última novedad de Barrera fue cambiar a Elina Suarez, la veterana secretaria de Acción Social por la joven abogada Analía Benítez quien se desempeñaba en la Asesoría Legal del municipio. Para aquellos que no la conocen la abogada Benítez  se desempeñó en el estudio del doctor Marcelo Martino cuando este abrió una oficina en Villa Gesell. También trabajo en el estudio del intendente Gustavo Barrera como su abogada de confianza. Hace algunos años atrás fue nombrada por testigos como parte de una estructura dedicada a las usurpaciones de viviendas y lotes en distintos sectores de la ciudad.

Pero la movida no terminó ahí. El marido de la letrada fue nombrado jefe del Corralón Municipal. La suerte  llamó a esta familia geselina que sorpresivamente accede a los medios por ocupar cargos relevantes dentro de la municipalidad. Este cambio se concretó el viernes pasado, una fecha clave por el comienzo de un fin de semana especial que anuncia el receso escolar de invierno. Para los próximos días se esperan otros cambios en el gabinete que pueden hacer más ruido y dejara heridos ideológicos. Entre estos se habla de reemplazos en el área de turismo  y en la  secretaria de Planeamiento,  quizás uno de los más necesarios en este organigrama que propone Barrera. El secretario de Gobierno es otro nombramiento que deberá analizar en estos días: Aquí hay un candidato que es una fija pero que no resuelve conflictos más bien todo lo contrario, es el abogado Marcelo Martino, y otro con pretensiones de  candidato, Atilio Roncoroni. Entre ellos está si Barrera no vuelve a sorprender.         

A esta altura alguien puede negar que Barrera no sea peronista, por  lo menos procede como uno que está dispuesto a manejar poder con sello propio, tal como lo hizo Fernando Acebal durante dos semanas. Y,  si son estilos diferentes, pero no hay que olvidar que el peronismo es así de impredecible.   

 

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