Haz lo que yo digo y no lo que yo hago

Es imposible despegar al ex - concejal Diego Piacentini de la ideología del Bloque de la UCR o de Cambiemos.  Sus concejales han pretendido en todo este tiempo tener una imagen pulcra, democrática y seria. Han defendido posturas alejadas de la realidad social sobre la base de los errores del ejecutivo. No se cansan de criticar al ejecutivo en cada sesión y uno de los más críticos fue Piacentini en cada sesión en su etapa de concejal. Eran como los enviados de Dios que llegaron al pueblo para salvarlo.

Pero parece que no son así. Esta actitud del ex – edil desnudó esas contradicciones entre lo que se dice y lo que se hace. Siempre hay un lugar en donde se cometen errores y es ahí cuando las explicaciones no sirven ni alcanzan. Es ahí donde mostramos que somos humanos, que somos imperfectos y no somos ejemplo de nada ni para nadie.

La publicación de la foto del incidente en la red social provocó una serie de críticas e ironías de los lectores y también alguna defensa del ex – edil con una comparación burda: este acto es mucho menor  con lo que se sospecha que pasó con  Jorge Rodríguez Erneta. Esto es como preferir el purgatorio que al infierno mismo. En realidad los dos conceptos son malos porque perjudican al erario público. Pero más allá de esto, esta violación a la norma estuvo a cargo de un ex – concejal que tuvo una destacada actuación en el legislativo y es candidato a presidir el comité de la UCR de Villa Gesell.

En la Argentina se nivela para abajo. Son pocos los que intentan ser mejores personas o ciudadanos. Es mucho mejor y menos sacrificado buscar un atajo para lograr alguna ganancia. Este es el pensamiento predominante.

Piacentini desnudo su contradicción pero hay muchos otros que la esconden y están en la oposición y en el oficialismo también. No son hombres puros ni inmaculados, tienen errores, deslices y vicios que no salen a la luz en sus discursos ejemplificadores.

La explicación de Piacentini pareció una broma. Fue por un causa digna, buscar a su perro que se había perdido. ¿Y era necesario ingresar a la playa con su camioneta para buscarlo?. Ahí Diego quebró la norma, una norma que el mismo defendió en innumerables sesiones del legislativo.

Piacentini se equivocó como se equivocan muchos y es mejor reconocerlo que justificarlo, de esta menara nos entendemos todos y nos comprendemos mejor.