Mollejas, sushi, vinos premium y champagne forman parte de los exclusivos menús licitados por el Ministerio de Seguridad para los almuerzos de Gendarmería, bajo la gestión de Patricia Bullrich. Según los pliegos oficiales, los "lunchs" deben incluir bandejas frías y calientes con preparaciones de alta gama, mesas dulces y bebidas de marcas reconocidas. Sin embargo, los propios aspirantes y gendarmes recién graduados aseguran no haber disfrutado de estos banquetes, alimentando la sospecha de que los lujos estén reservados para las altas autoridades.
Un ejemplo destacado es la licitación para la Escuela de Gendarmería "Grl. Martín Miguel de Güemes", con un presupuesto anual de 77 millones de pesos, es decir, 1,4 millones semanales. Entre las exigencias figuran cazuela de mollejas, pierna de ternera, crepes a la suiza, cupcakes y mousse de maracuyá, acompañados de vinos como Trumpeter y champagne Chandon o superior. Mientras la mayoría de los efectivos consume opciones más sencillas, como empanadas y pizzetas, las mesas principales se reservan los platillos más sofisticados.
Además de los almuerzos rutinarios, fechas especiales como el aniversario de Gendarmería y los festejos de fin de año también son escenarios de gastos millonarios. En julio, el acto conmemorativo contó con un presupuesto de 91 millones de pesos, incluyendo un banquete exclusivo para autoridades. En Misiones, un almuerzo para 150 personas incluyó platos patrios, como choripanes, y bebidas de marcas premium, alcanzando un costo de cuatro millones de pesos. Las polémicas en torno a estos eventos reflejan una marcada distancia entre los discursos de austeridad y los hechos, generando cuestionamientos sobre la administración de los recursos públicos.
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