La fiscal Verónica Zamboni realizó una diligencia en el edificio municipal en el marco de la investigación por la facturación de ocho empresas de servicios contratadas por el ernetismo
“La causa sigue, no está paralizada, no tiene los tiempos que nosotros querríamos pero avanza y puede haber novedades en breve”, decía Jorge Martínez Salas en un reportaje realizado en Radio Impacto el martes pasado.
Lo que nadie imaginaba era que esas novedades se producirían este jueves por la tarde cuando la fiscal Verónica Zamboni acompañada por una delegación de la Policía Federal y dos testigos se presentó en el edificio municipal y se dirigió al cuarto piso.
La sorpresa de los funcionarios fue visible, la primer reacción fue negar el allanamiento cambiando el nombre del operativo por visita inesperada, vino a buscar documentación que ya había pedido y argumentaciones que intentaban suavizar el operativo.
La fiscal estuvo más de dos horas en la oficina del cuarto piso en la Asesoría Legal y Técnica y se retiro con una caja con documentación.
Como se recordara el Bloque de Concejales de Unen presentaron hace unos meses una denuncia para que se investigue una presunta malversación de fondos públicos e incumplimiento de los deberes de funcionario público. La denuncia se apoya en una facturación que el año pasado alcanzó los 20 millones de pesos que se repartieron ocho empresas proveedoras de insumos y servicios a la municipalidad y apunta al ex intendente Jorge Rodríguez Erneta, el secretario de Planeamiento, Luis Castellani, la ex jefa de compras Nancy Pavón y la contadora Nora López.
Todos los derechos compartidos