Un reciente informe privado revela que el consumo masivo en Argentina experimentará una caída del 17% interanual en julio, superando el descenso registrado en mayo por 5 puntos. Esta baja, la mayor del año y la más significativa desde la crisis de 2001, refleja un panorama sombrío para el resto del año, ya que las comparaciones con datos anteriores más positivos sugieren una profundización de la caída. Según las empresas, la desinflación prometida no se ha materializado en mejoras palpables para los consumidores.
El estudio, realizado por la consultora Scentia y ya en manos de funcionarios del Gobierno de Javier Milei, destaca que el consumo masivo, junto con la industria y la construcción, constituye una parte esencial del Producto Bruto Interno (PBI). Las proyecciones indican que las ventas en supermercados caerán aún más hacia fin de año, poniendo en duda la posibilidad de una recuperación económica significativa. La situación actual es comparada desfavorablemente con el último dato del Gobierno de Alberto Fernández, que había mostrado un leve incremento del 0,6% en ventas.
Un alto ejecutivo de una cadena multinacional expresó su preocupación, señalando que, a pesar de una desinflación aparente, el consumo sigue en declive. La falta de estabilidad en tarifas y servicios básicos, como prepaga y colegios, contrasta con los datos promedio de mejora de ingresos, que no reflejan una verdadera mejora en el poder adquisitivo. Esto subraya la desconexión entre las estadísticas económicas y la realidad diaria de los ciudadanos.
En el mediodía de ayer, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof inauguró junto... LEER NOTA COMPLETA
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