La vicepresidenta Victoria Villarruel ha ordenado el cierre del jardín de infantes del Senado, conocido como "Jardín del Bosque", tras un informe que detectó "irregularidades estructurales" que ponen en riesgo la seguridad de los niños y del personal. Sin embargo, no se han explorado alternativas para reubicar el jardín ni opciones educativas para los pequeños que asistían al establecimiento. En cambio, Villarruel ha otorgado una licencia hasta fin de año a los 72 empleados que llevaban a sus hijos al jardín.
La resolución Nº 43/24, que formaliza el cierre, se basa en un informe de la Dirección de Obras y Mantenimiento, junto con actas de inspección de la Agencia Gubernamental de Control del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El informe señala que el jardín no cumple con la normativa de seguridad, incluyendo la falta de un plan de instalaciones contra incendios y un plan de autoprotección que abarque todo el edificio, que también alberga un centro de capacitación de la Asociación del Personal Legislativo (APL).
A pesar de que el año pasado se eliminó una normativa que permitía descuentos en los sueldos de los empleados que inscribían a sus hijos en el jardín, el costo de su funcionamiento recae actualmente en el presupuesto del Senado. Como única medida alternativa ante el cierre, la vicepresidenta ha encomendado a la Dirección General de Administración la elaboración de un plan para subsanar las deficiencias estructurales del edificio.
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