Después de un debate de 20 horas en el Congreso, se aprobó el proyecto que autoriza el pago de miles de millones de dólares a los fondos buitre. En rechazo, una multitud rodeo la plaza de los 2 congresos.
El Congreso de Argentina aprobó este miércoles el proyecto de ley que permite el pago a los fondos buitre, después de un reñido debate que duró más de 20 horas. El ofcialismo contó con el respaldo del Frente Renovador, del Bloque Justicialista y del Socialismo, así como de otras bancadas legislativas. Fueron 165 votos a favor del pacto con los fondos buitre y 85 en contra. Por su parte, el diputado por el Frente para la Victoria, Axel Kicillof, rechazó la medida y durante su intervención recordó los años difíciles y de recortes económicos que vivió la nación suramericana gracias a las trampas de los buitre.
Ahora, el proyecto de ley pasa al Senado, conformado por mayor porcentaje del FpV que rechaza la ley en cuestión porque serían los ciudadanos quienes terminen pagando el endeudamiento con los recortes.
El estatuto aprobado en el Congreso hoy consiste en la derogación de las leyes Cerrojo y de Pago Soberano, así como la autorización para emitir deuda por 12 mil millones de dólares, la mayor emisión de un país en desarrollo desde 1996, para pagar en efectivo a los "holdouts", que demandaron a Argentina en Estados Unidos. En contexto El pasado 28 de febrero, el Gobierno de Mauricio Macri pactó un principio de acuerdo con el fondo NML Capital, Aureluis y otros acreedores, para pagarles la cantidad de 4 mil 653 millones de dólares, según anunció el mediador judicial del caso, Daniel Pollack.
La iniciativa de la Casa Rosada tuvo el apoyo del interbloque Cambiemos, el Frente Renovador, el Bloque Justicialista, el GEN de Margarita Stolbizer, el Partido Socialista y algunos partidos provinciales, como el Frente Cívico de Santiago del Estero.
Cambiemos, Frente Renovador, Bloque Justicialista, GEN y Partido Socialista votaron a favor; el FpV, en contra
El proyecto tuvo el rechazo mayoritario del Frente para la Victoria. Libres del Sur y la izquierda habían manifestado que no acompañarían. Hubo 5 abstenciones.
Mientras el debate en Diputados ya llevaba algunas horas, ,miles de autoconvocados y militantes de La Cámpora, Nuevo Encuentro, el Movimiento Evita y otras agrupaciones kirchneristas. También los partidos del FIT expresaron su rechazo al acuerdo con los holdouts.
El presidente de la Comisión de Presupuesto, el macrista Luciano Laspina, asumió la defensa del proyecto haciendo propio el discurso presidencial: “No queremos ajuste fiscal o inflacionario”, dijo para reafirmar el argumento PRO.
“Argentina consumió unos 55.000 millones de dólares de sus reservas en pagos a acreedores externos de 2005 en adelante, incluyendo al FMI, e incluye casi la totalidad de su deuda en default y ha imposibilitado a los argentinos hacer las obras que se necesitan”, arrancó el diputado PRO.
El ex ministro de Economía Axel Kicillof se encargó de refutar los conceptos macristas y advertir sobre los riesgos de futuros litigios judiciales de los bonistas. “El endeudamiento externo vino a generar más pobreza”, dijo el economista y sostuvo que “no me cabe duda de que van a venir con el tema del Fondo (FMI) y que si no, van a pasar las mil desgracias”. Esta línea la acompañaron otros oradores kirchneristas, que reclamaron definiciones del procurador del Tesoro y las copias fieles de los contratos acordados.
El aliado Carlos Heller (Psol) también vertió en su propio dictamen. “Permanentemente nos corren con las mismas cuestiones, y no es nuevo, esto es parte de la historia argentina: es ‘el acuerdo o el caos’, ‘el acuerdo o la hiperinflación’, y a uno le viene a la memoria, porque tiene años, que esto ya lo hemos escuchado muchísimas veces. Si no se aprobaban las leyes de privatizaciones: ‘caos’. Si no se aprobaban las leyes de flexibilidad laboral: ‘caos’. Si no se aprobaba la ley de déficit cero: ‘caos’. Finalmente, todas esas leyes fueron aprobadas y el país terminó en el caos”, rememoró Heller, insistió que el proyecto oficial “es francamente inaceptable” y advirtió sobre una catarata de juicios de los bonistas que aceptaron los canjes.
Los aliados del oficialismo, a pesar de las críticas al acuerdo con los buitres, se fueron alineando uno a uno a favor del proyecto. “Estamos negociando en una situación de desventaja, de apuro, donde estos riesgos legales nos dejan debilitados. Siempre que uno negocia a las apuradas, los resultados son menos beneficiosos” y “no es un proyecto del que tengamos que estar orgullosos” dado que “marca una derrota que ha tenido la Argentina” sobre “un tema que debió haber cerrado hace mucho tiempo”, dijo Marcos Lavagna, el referente económico del massismo, que igual valoró los cambios que el oficialismo introdujo al texto del proyecto a propuesta del Frente Renovador. “Esto no es para sacar ventajitas políticas”, dijo para retrucar las críticas de Macri a Massa. “Si no hacemos nada, tenemos riesgos legales muy grandes, pero hacer algo también implica tener que enfrentar los riesgos de futuros embates”, agregó.
Diego “Sanguchito” Bossio ensayó un discurso filokirchnerista para justificar su ruptura con el bloque del FpV y finalmente apoyar el proyecto macrista. “Negociar con los buitres es negociar con la peor lacra del sistema financiero”, arrancó Bossio y agregó que “hemos perdido” en ese litigio, por lo que “frente a eso, tiene que haber un nuevo capítulo a cerrar en la Argentina”. “Estamos convencidos de que Argentina tiene que dar un paso adelante y es importante que se deroguen la Ley Cerrojo y la de Pago Soberano para que el Ejecutivo pueda avanzar”, argumentó Bossio al defender su respaldo al proyecto oficial: “No podemos retroceder. Podemos confrontar ideas y proyectos, pero tenemos que poner por encima de los intereses partidarios los intereses de la Patria”, insistió el ex director ejecutivo de la Anses.
Margarita Stolbizer reconoció que el arreglo al que se llegó con los fondos buitre “no es justo y encima es caro”. Pero explicó que “lamentablemente no hay alternativas” porque “el gobierno anterior nos dejó a los argentinos sin reservas”. La socialista Alicia Ciciliani adelantó su voto a favor en los mismos términos, en cambio sus socios de Libres del Sur lo harán en contra: “la propuesta de acuerdo a la que el Gobierno ha arribado con los fondos buitres no solo es muy onerosa para el país, sino que reconoce legitimidad a fallos muy cuestionados en el mundo que nos perjudicaron. Vuelve a reconocer jurisdicción extranjera para resolver conflictos por la nueva deuda que contraigamos, abre la puerta a nuevos litigios de quienes participaron de los canjes y de quienes no forman parte del actual acuerdo. Todos estos factores sumados, condicionan nuestra soberanía económica”, dijo Victoria Donda que no acompañará al oficialismo.
“Vamos a otra quiebra a la que inexorablemente nos lleva este pacto buitre”, sentenció Néstor Pitrola (FIT-PO). Agregó que “lo que van a estar estudiando estos buitres y las calificadoras buitre, es la aplicación del ajuste”. “Amenazas de hiperinflación y ajuste pronunciadas desde el más alto nivel nos trajeron aquí para intentar ponernos de rodillas: no aceptamos la extorsión ni la coacción que quieren ejercer sobre los diputados”, sumó Myriam Bregman (FIT-PTS).
La lista de oradores era interminable. Desde el oficialismo sugirieron que los diputados hablen 5 en lugar de 7 minutos para reducir al menos tres horas de debate, pero lo rechazaron desde el FpV. El macrista Monzó volvió sobre sus pasos: con los números asegurados la preocupación central de Cambiemos, al cierre de esta edición, era solo que le colgaran el mote de “trámite express” que enarboló contra el kirchnerismo en tiempos de oposición.
Redacción: Telesur, Página 12, El Destape Web
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