En un reciente comunicado oficial, la Cancillería argentina, encabezada por Diana Mondino, se refirió a las Islas Malvinas como "Falklands/Malvinas", generando controversia y cuestionamientos sobre la postura del gobierno respecto a la soberanía de estas islas. Esta denominación ha sido interpretada como una falta de compromiso con el histórico reclamo argentino, algo que ya había sido insinuado por Mondino en declaraciones previas, donde enfatizó el respeto a los derechos de los isleños.
La reacción a este comunicado fue inmediata y negativa, llevando a la canciller a intentar aclarar la situación mediante un tuit en el que calificó el documento como "falso". Sin embargo, sus afirmaciones se contradicen al acusar a "la ideología de izquierda" de manipular la información. La situación refleja las tensiones internas en el gobierno de Javier Milei, que ha enfrentado críticas por varios escándalos diplomáticos en los últimos meses.
A pesar de las disculpas, el incidente ha reavivado preocupaciones sobre la dirección de la política exterior argentina y el compromiso con la soberanía nacional. Diferentes exfuncionarios y grupos de excombatientes han criticado al gobierno, advirtiendo que esta actitud podría debilitar el reclamo histórico por la soberanía de las Malvinas, un tema sensible para el pueblo argentino que está consagrado en la Constitución Nacional desde 1994.
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