El “Salvaje” pasó otra prueba

Nuevamente cargaron una notebook, los cables y un proyector de diapositivas con el Power Point incluido y partieron hacia Villa Gesell. Los esperaba una noche helada y con densa niebla y varios afiliados al Colegio Técnico ávidos de escuchar la novedosa propuesta inmobiliaria que pergeñaron el licenciado Martín Galli y el arquitecto Guillermo Cervini.

Hubo que esperar algunos técnicos antes de comenzar pero el martes 1 de julio fue un feriado con nostalgia histórica para Villa Gesell. El 40 aniversario del fallecimiento de Juan Perón y los 36 años de la creación del Municipio Urbano de Villa Gesell sumado al sufrimiento acostumbrado que padecemos cada vez que juega la selección nacional en Brasil. No obstante  la concurrencia fue nutrida y salió una buena reunión con preguntas de esas que les gusta responder a los desarrollistas.

“Nuestra intención es agregar una nueva oferta turística comercial que Villa Gesell no tiene a pesar de su larga trayectoria, es una transición entre el campo y el mar ubicada en el kilómetro 427 de la Ruta Interbalnearia” fue la definición que  ensayo el licenciado Martin Galli para sintetizar el proyecto.

Después los técnicos comenzaron a preguntar y aparecieron respuestas concretas: “son 379 hectáreas de campo”, “no es un barrio cerrado”, “Hoy es un fideicomiso y sabemos que esto fideicomisos no quiebran”,  “no hay venta sino adhesiones, las ventas vendrán después cuando tengamos la ordenanza que hoy está en el Concejo Deliberante”. Las respuestas en sí mismas son definiciones que describen el proyecto inmobiliario y su actualidad.

Más adelante, el arquitecto Cervini describió algunos aspectos ya conocidos del proyecto. Son 775 lotes no hay apertura de calles y los servicios esenciales vendrán después y se metió de lleno en la pre factibilidad otorgada por la Autoridad del Agua (ADA) quizás el argumento más solido que respalda al proyecto. “Las lagunas son impermeables” le preguntaron. Cervini titubeo unos segundos y respondió que esa respuesta la tiene el ADA, que es el organismo que tiene la última palabra en materia hídrica.

Por último, el arquitecto delineo toda la tarea administrativa que respalda el proyecto desde hace cuatro años y que desde Julio del año pasado esta en la comisión de Obras del Concejo Deliberante de Villa Gesell.

Los técnicos no fueron hostiles, preguntaron con respeto y con experiencia, las dudas flotaron cada vez que escucharon que el proyecto pretende respetar el medioambiente porque cada vez que se vertió este concepto en algún otro proyecto  no se cumplió. Son hombres que conocen el terreno en todos sus aspectos, modos de construcción y llevan años de trabajo en esta ciudad.

Por el lado de los desarrollistas se puede decir que son pacientes, muy respetuosos y a medida que presentan el proyecto a la ciudad no reciben críticas  severas salvo las que llegan de los ecologistas locales. Esto indica dos cosas disimiles entre sí: que hicieron todo bien hasta ahora o esconden algo que nadie sabe, por ahora.           

                           …………………………….