El pasado miercoles, un grupo de jubilados de Gesell salió a las calles para exigir una respuesta más humana del gobierno nacional. En una muestra de desesperación sin precedentes, ciudadanos mayores, que han trabajado toda su vida, se enfrentan a una grave crisis económica, incapaces de cubrir necesidades básicas como alimentos y medicamentos.
La manifestación, que buscaba llamar la atención sobre la difícil situación que atraviesan los jubilados, se vio empañada por la represión de las fuerzas de seguridad. Los manifestantes denunciaron que, en lugar de recibir el apoyo necesario, fueron reprimidos, golpeados y tratados como criminales por las autoridades.
El contraste entre la realidad de los jubilados y la actitud del presidente, quien se ha visto acompañado por figuras millonarias mientras ignora el clamor de un pueblo en crisis, resalta una desconexión alarmante con las necesidades de la ciudadanía. La situación exige una respuesta urgente, y muchos sienten que no pueden permanecer inactivos ante la creciente desigualdad y desatención gubernamental.
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