30/12/2015
Sección: 
Julio Carabajal Por Julio Carabajal

La ASFCA o la caja de Pandora

Copete: 

El interventor en el ASFCA descubrió que 130 empleados aportaban el 8% de su salario al partido político  Nuevo Encuentro. Despidieron a otros 48 funcionarios

Esto se sabía y era un secreto a voces porque  muchos se preguntaron “Cual era el objetivo del este organismo” cuando era notorio que era una exitosa fórmula para financiar a un partido político. “Les pagan para militar”, dijeron los más indignados frente a los encendidos discursos de Martin Sabbatella en la campaña electoral. También fue criticable que el frustrado candidato a vicegobernador detrás de Aníbal Fernández no renunciara a su cargo a pesar de ser precandidato. La lectura más rápida habla del oportunismo del dirigente kirchnerista.        

Nuevo Encuentro recaudó 3.680.703 de pesos en 2015 de los aportes provenientes del Afsca.  Después de la salida Martín Sabbatella de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca), el interventor designado Agustín Garzón comenzó con la depuración y echó en las últimas horas a 48 funcionarios políticos que pertenecían al organismo. Todos eran activistas y militantes de Nuevo Encuentro, la agrupación que encabeza Sabbatella, y de otras agrupaciones del kirchnerismo.

La entidad fue utilizada como forma de "hacer caja" y financiar las actividades proselitistas de Nuevo Encuentro. Con la intervención, se encontraron 130 casos de empleados a los que se retenía el 8 por ciento de su sueldo bruto en calidad de aportes partidarios. Las donaciones representaban 283.131 pesos mensuales y una suma de 3.680.703 de pesos solo este año, informó el diario La Nación.

Esta  situación no era nueva. Sabbatella fue denunciado en 2013 y la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) se encargó de arrancar con las averiguaciones. Pero el juez federal Sebastián Casanello archivó el 28 de octubre la causa al evaluar que los aportes eran voluntarios.

 

Si bien es cierto que el aporte era voluntario la línea que separa el voluntarismo y la permanencia en el trabajo era muy débil. El ASFCA debió ser un organismo técnico porque su labor debía ser esencialmente técnica, sin embargo se convirtió en una bolsa de militantes del kirchnerismo. Por otro la consigna que “la ley de medios no se toca”, hay que recordar que el año pasado fue el propio kirchnerismo quien la modificó para permitir regular a las empresas de telecomunicaciones. El miércoles pasado el presidente Mauricio Macri dictó la intervención- el fiscal Guillermo Marijuan solicitó la reapertura de la causa. El interventor manifestó su predisposición a aportar la información que sea requerida por la Justicia.

Algunos de los funcionarios removidos por Garzón llegaron a presentarse a elecciones por el kirchnerismo, como Guillermo Guerín, delegado de la Afsca en La Plata y ex candidato a intendente de esa ciudad por Nuevo Encuentro; Matías Molle, delegado del organismo en el conurbano norte y líder del sabbatellismo en San Fernando; Fernando Araujo, delegado en Mar del Plata y ex candidato sabbatellista a intendente de Villa Gesell.

Por su lado, el ex presidente de la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Aftic), Norberto Berner, presentó ayer una acción de amparo para que se declare la nulidad absoluta del decreto 236, que hace una semana resolvió la intervención simultánea en ese organismo y en la Afsca.

Al igual que Garzón, el interventor en la Aftic, Mario Frigerio, desplazó a todos los directores nacionales del organismo, en su mayoría miembros de la agrupación La Cámpora, como el mismo Berner y su segundo a cargo de la entidad, Nicolás Karavaski.

En la mañana de este miércoles el macrismo creo el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) que agrupa al AFSCA y al ASFTIC y creo una comisión bicameral para que elabore una nueva ley que unifique criterios de ambos organismos que hoy ya no existen.

Por último el la condición de ente autárquico es por definición autosuficiente  y no necesita a nadie, Martin Sabbatella fue el menos autárquico de todos, fue incondicional de Cristina y del gobierno que se fue. El principal objetivo de Sabbatella fue desmembrar al grupo Clarín y no lo logró en todos estos años, tampoco la ley de medios se aplicó en su totalidad y la capacitación de locutores, operadores y productores fue limitada.      

  

fuente: Infobae

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