El debate sobre el Materno Infantil del pasado lunes no es un tema sólo semántico hay ahí un duelo de compromisos ideológicos y chauvinistas
“Los chicos lloran porque el radicalismo no quiere que Villa Gesell tenga un hospital Materno Infantil”, dijo la entonces concejal Mabel Llompart en el recinto de deliberaciones del Concejo Deliberante en el 2011. Eran los años en que la “Gestión Erneta” gobernaba con mano dura, sin dar cuenta de sus actos de gobierno mientras se devoraban los presupuestos municipales en gastos incontrolables a través de empresas fantasmales creadas para la ocasión. La oposición había cuestionado la denominación ampulosa de Hospital Materno Infantil a una estructura que no tenía sala de internaciones, ni quirófano, ni office, ni tecnología y que se presentaba con un plano elaborado por el secretario de Planeamiento Luis Castellani. Llamar hospital a esto es poco más que una broma y una ironía que solo al ex - intendente se le podía ocurrir. La ubicación del edificio también fue motivo de debate intenso. El predio de Avenida Circunvalación y Paseo 109 era un espacio verde, arbolado, un pequeño bosque con poco lugar para estacionar y mucho menos espacio para que la estructura pueda ampliarse en busca de más servicios. A menos de 100 metros de ahí, en Paseo 108 y Avenida 15, las impiadosas topadoras de Erneta habían liquidado, en una semana, un enorme médano que dio lugar a una manzana que aún está desierta.
El Ernetismo no escucho, fiel a su forma de gobernar, mandó las topadoras que arrasaron con los árboles para plantar los carteles, hoy ya sin pintura, del gobernador Daniel Scioli, también de la "Gestión Erneta". En uno de ellos se puede leer con claridad CC1 y CCII, que son las siglas de Centros Comunitarios 1 y 2 que ratifica que esa absurda calificación de Hospital materno infantil es un invento de la "Gestión". También dice Etapa 1, en esto el concejal Acebal tiene algo de la verdad a su favor. Esto debería implicar que hay más etapas.
En el cartel lindante, hecho por Erneta se lee Hospital Materno Infantil, la fantasiosa promesa del ex - jefe comunal.
Los planos no pueden mentir porque están escritos y en ningún lugar del mundo esto puede ser un hospital salvo que quieras bromear. Por otro lado un hospital no puede tener un presupuesto de 2.911.000 pesos, es muy pequeño o no es lo que dicen que es. La obra fue adjudicada a la empresa fetiche en esos años de la provincia: Ilarent S. A. era privilegiada por recibir varias de las obras del estado provincial. Pero luego dejó un tendal de deudas y de obras estatales sin terminar, un clásico de estos tiempos.
Como la mayoría de las obras que anunció Erneta ésta tampoco se terminó y pasaron varios años y sigue paralizada. Erneta se fue y ahí quedó una construcción que debería terminarse porque es un lugar para la salud de los niños, sea hospital o cualquier cosa, es necesaria.
Se puede entender el reclamo de la oposición pero hoy qué valor tiene obtener la información de los costos, de la empresa, de la gestión de Erneta y el destino de esos fondos. Salvo que sirvan para ampliar la denuncia de corrupción que pesa sobre el segundo del candidato presidencial Florencio Randazzo.
Salvo para eso, para nada más, porque esta obra no avanza y es necesaria.
Hoy la situación es distinta a aquel 2011. El escenario es el siguiente. El hospital o Centro de Atención Primaria no se terminó y hay que averiguar que pasó, pero la pregunta es si el costo para lograr esto es seguir paralizando la obra. ¿Tiene sentido? La información que reclama el radicalismo no la puede entregar Gustavo Barrera, sería una traición al peronismo y el peronismo tiene códigos. Habrá que buscarla en otro lugar, agudizar el ingenio, viajar a la Plata, quebrar voluntades, buscar testigos encubiertos dispuestos a hablar o esperar a ser gobierno y revisar los archivos de las secretarias de Planeamiento y Hacienda.
Sentarse a esperar la información y paralizar la obra no parece ser una medida que colabore con la comunidad.
En política hay que saber tragarse los sapos. Aquí el sapo se llama Rodríguez Erneta y no murió, está vivo y goza de buena salud. Hay que reconocer que alguna responsabilidad tuvo este pueblo que permitió que Erneta y los suyos hicieran esto. Si hasta plantó una araucaria en el asfalto de la avenida tres como un símbolo fálico que tiene un solo mensaje para todos los geselinos: “Les duele, aguanten y recuerden, lo hice yo”
Terminar ese Centro de Atención Primaria para niños es demostrarle a Erneta que ésta comunidad es mejor que él y no la pudo cambiar, es decir que este pueblo se sabe sobreponer y no se dejará mentir más.
Que si bien Erneta te vacunó, los anticuerpos funcionan y Villa Gesell está vivo y volverá a ser aquella ciudad feliz con niños y madres que no lloran.porque el Materno se terminó y todos colaboraron.
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