Las personas no se patentan

La Bandera Argentina rodeaba las motos estacionadas en Paseo 106 y Avenida 3 era casi un emblema que no pasaba desapercibido. Jugaba la selección nacional contra Irán en Brasil un día después del Día de la Bandera en un fin de semana largo. En efecto el sábado 21 de junio comenzó el invierno, un día especial para un reclamo muy particular  que llegaba a Villa Gesell por primera vez, pero que tiene una vieja data en C.A.B.A.

El movimiento se denomina “las personas no se patentan”, tiene un sitio en Facebook y reúne a cientos de motociclistas  que rechazan  la aplicación de un decreto firmado por  el jefe de gabinete de la Provincia de Buenos Aires, Alberto Pérez en ausencia del gobernador Daniel Scioli, hace dos meses  que obliga a los usuarios de motocicletas a grabar el dominio del vehículo en el casco y en un chaleco fluorescente. La medida fue aplicada en el marco de la cuarta Declaración de Emergencia de Seguridad en todo el territorio bonaerense.

En realidad la norma tiene que ver con la aplicación y ampliación del artículo 48 de la Ley de Transito de la Provincia de Buenos Aires 13927 que dice: “Los conductores y acompañantes de motocicletas, ciclomotores y triciclos motorizados deberán circular con casco reglamentario y chaleco reflectante, los cuales tendrán impreso, en forma legible, el dominio del vehículo que conducen. Su incumplimiento será considerado falta grave”

La medida enmarcada en la Resolución 224 de la Emergencia de Seguridad, fue importada por el gobernador Daniel Scioli después de un viaje a Colombia en el 2009 donde se interiorizó del accionar de los sicarios de la droga que asesinan a bordo de motocicletas.

Los motoqueros reclaman que esta norma los marca “como ganado, impide llevar acompañante, discrimina, estigmatiza y restringe la circulación. Crea un ámbito de sospecha, de acusación, sentencia y castiga” por el solo hecho de andar en moto.

Muchos dudan de la eficacia de su aplicación, consideran que  es otro paso mediocre del gobernador ya que puede facilitar el accionar de los delincuentes que sortearían el control con el solo hecho de robar una moto y un casco.