Luego de un fiasco en la sesión que intentó limitar los DNU del presidente Javier Milei, el Gobierno reactivó el debate sobre el Presupuesto 2025 en la Cámara de Diputados, cumpliendo con su parte del trato con los mandatarios provinciales. Sin embargo, este jueves no se logró avanzar en la emisión de un dictamen. Los gobernadores, que presionan para contar con un presupuesto aprobado antes de fin de año, se encuentran negociando con el oficialismo, aunque muchos admiten que "un poco es mejor que nada". Si bien hay demandas por la coparticipación de fondos y la transferencia de ciertos recursos, el Gobierno se resiste a ceder ante las provincias, especialmente en lo relativo al gasto público y las asignaciones específicas. Se espera que el próximo martes se logre un dictamen para llevar el proyecto al recinto el jueves 21 de noviembre.
El conflicto entre el Gobierno y los gobernadores se intensificó en las últimas semanas, con las provincias exigiendo fondos específicos y el pago de deudas históricas, como la deuda con las cajas previsionales. A pesar de las presiones, el oficialismo no ha cedido, y los diputados que negocian con La Libertad Avanza (LLA) se encuentran en una situación de tensión, ya que Milei continúa sin abrir la canilla del gasto. A cambio, el oficialismo ha propuesto modificar algunos aspectos del proyecto, como la regla fiscal que ataría las promesas a los gobernadores a la recaudación. Sin embargo, aún quedan aspectos por resolver, lo que ha generado frustración en varias bancadas, particularmente en Encuentro Federal, que finalmente apoyará el dictamen oficialista con algunas disidencias.
La oposición, por su parte, ha arremetido contra el presupuesto por su enfoque de "déficit cero", cuestionando las proyecciones macroeconómicas y los recortes en áreas clave como Educación, Ciencia y Tecnología, y Seguridad Social. La izquierda y Unión por la Patria han anticipado su rechazo, criticando las políticas de ajuste fiscal que, según ellos, consolidan un modelo que atenta contra el fortalecimiento del Estado. Mientras tanto, los diputados se sienten atrapados en una negociación dominada por los gobernadores, quienes buscan lograr lo mínimo necesario para sobrevivir políticamente.
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