Medios opositores intentan vincular las medidas atemorizantes y de presión de la UTA con partidarios del Frente para la Victoria, cuando queda claro que desde el oficialismo geselino se está trabajando para mejorar la calidad del transporte para los ciudadanos y los trabajadores.
En los últimos días diferentes versiones que se han publicado en medios opositores al gobierno de Gustavo Barrera, tanto a nivel local como en la vecina ciudad de Pinamar, intentan culpar al oficialismo geselino por el conflicto con el servicio de transporte El Último Querandí.
La versión que indicaba que miembros del Frente para la Victoria junto con delegados gremiales de la UTA buscaban presionar para imponer a la empresa 25 de Mayo en reemplazo de El Último Querandí, choca con la realidad de las medidas que promueveel gobierno de Gustavo Barrera para solucionar el conflicto. Actualmente, y luego de fracasada la reunión del sábado convocada por el Ministerio de Trabajo, el municipio de Villa Gesell trabaja para intentar solucionar el conflicto apoyando la cooperativización de los trabajadores. Pereyra no paga los sueldos y la única solución que promueve es un aumento del boleto que el Honorable Concejo Deliberante de Villa Gesell se niega a otorgarle.
En los últimos días hubo incidentes con un micro de la empresa Montemar que fue prendido fuego, y allí es donde los medios opositores divulgaron información adjudicando el acto a partidarios del Frente para la Victoria. Sin embargo, las últimas reuniones y declaraciones del oficialismo geselino demuestran que desde el gobierno de Gustavo Barrera y desde el HCD se está intentando solucionar el conflicto del transporte sin traer a escena a una empresa tan cuestionada como 25 de mayo, la empresa que la UTA quiere imponer en Villa Gesell y Pinamar y que está involucrada en juicios por parte del estado por la malversación de fondos de los subsidios dentro de la causa de choferes fantasmas.
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