Un adolescente de 15 años, Juan Gregorio Las Heras, que luego sería Jefe del Ejercito de los Andes y Gobernador de Buenos Aires, protagonizó en 1796 la toma del Colegio San Carlos ( la primera de que se tenga registro en nuestro país).
Además de orientarnos sobre el porqué de cambiar próceres por animalitos en los billetes, está referencia histórica nos recuerda que la toma fue por malas condiciones de habitabilidad y escasa comida para los pupilos.
Una vez más el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires apunta sus cañones punitivos y mediáticos contra las pibas y los pibes de los colegios secundarios públicos.
Hay colegios tomados en CABA por los estudiantes, como corolario de justos reclamos que no fueron atendidos por las autoridades, consecuentes en su desprecio por la educación pública.
El primer colegio tomado fué el Mariano Moreno y con el correr de los días las tomas pacíficas se extendieron a una veintena de establecimientos, entre ellos el Lenguas Vivas, el Esnaola, el Nicolás Avellaneda, la Escuela Rodolfo Walsh, el Colegio Osvaldo Pugliese y el Carlos Pelegrini , que no depende de la Ciudad sino de la UBA y se sumó a la protesta.
Las demandas no atendidas son de larga data y las tomas, la consecuencia de la falta de respuesta por parte de la Ministra de Educación Soledad Acuña.
Demandas edilicias y de mantenimiento, caidas de mampostería y presencia de ratas entre otras.
Viandas de poca calidad, escasas y a veces en mal
estado, provistas por empresas cartelizadas en un obvio negociado de Larreta para favorecer a las que a su vez son aportantes de campaña del PRO porteño.
Y las pasantías ( Practicas Educativas en Ambitos Laborales) que desvirtúan su objetivo y abastecen a empresas privadas "amigas" de mano de obra gratuita.
Estas pasantías que tendrían que servir como una experiencia en su elección pedagógica para una futura inserción laboral, son en la práctica una introducción a la precarización laboral.
Estudiantes de lenguas que de pasantes en el hotel Hyatt, lejos de cualquier contacto con turistas e idiomas, terminaron haciendo café y lavando platos.
Una verdadera reducción a la servidumbre.
Y todo eso en días y horarios de clase.
Los que usaron los estudiantes como rehenes de su política de ninguneo de la pandemia, los que se rasgan las vestiduras por un día de clases "perdido" por el feriado pos atentado contra la Vicepresidenta, transforman horas de clase en trabajo esclavo en beneficio de las empresas "amigas".
La educación pública no les importa como no les importa nada de lo público, está en el ADN de Larreta y su ministra Acuña.
El presupuesto para educación de CABA se redujo del 30 al 17 % durante el Larretismo y hay subejecución de las partidas presupuestarias para refacción y mantenimiento de los establecimientos educativos.
Y hablando de ADN, en lugar de atender las demandas, la ministra Acuña ( una verdadera policía del pensamiento) pretende judicializar el conflicto demandando a los padres de los estudiantes por la pérdida económica por la toma y envía a la policía de la Ciudad a entregar notificaciones de infracción a los padres en patrulleros y en horas de la noche.
Métodos de la dictadura, amedrentar y disciplinar,
"sabemos donde vivís..." ¿Sabían donde vivía la estudiante que meses atrás murió por desnutrición?
No es casual este ensañamiento de Larreta con los estudiantes "revoltosos"... Fueron estudiantes luchando por sus derechos que terminaron con el gobierno de su amigo Piñera en Chile.
Y ya que nombramos a Chile, cerramos con este himno de Violeta Parra...
"Que vivan los estudiantes
Jardín de nuestra alegría
Son aves que no se asustan
De animal ni policía"
Todos los derechos compartidos