Se realizó este domingo en el Pinar del Norte un homenaje a Hector Allo a un año de su fallecimiento. Se colocó un recordatorio para denominar con su nombre al bosque
Fue un acto sencillo, modesto y tranquilo. Como a él le hubiera gustado. Un recordatorio a Héctor Allo, fallecido el año pasado cuando era concejal de la UCR y un referente de la democracia.
Muchos lo recuerdan con cariño y respeto porque su trayectoria política lo llevó a ser el primer intendente de Villa Gesell electo de la democracia en 1983 y desde aquel momento se convirtió en una referencia para toda la ciudad.
“El “Gordo” como le decían sus amigos y allegados era inteligente, culto, vivo rápido y un luchador por la democracia. Un hombre de trabajo que pasó por la función pública sin enriquecerse y dejó un legado de honestidad y buenos ejemplos.
En el bosque le rindieron homenaje sus colegas, militantes del partido centenario que en estas elecciones no tiene candidatos propios a puestos de relevancia porque le vendieron su ideología al macrismo. Algo que no le hubiera gustado nunca y se hubiera opuesto con debate y buenas razones, porque las encontraba sin lugar a dudas.
Desde que tito no está la UCR no genera política, se derechizo en sus planteos, cedió sus principios y muestra un perfil desconocido para su historia local. Tito ya no está, hay un partido huérfano y sin fuerza. No hay talento y eso se percibe en las acciones o en cada oportunidad perdida para beneficiar a la comunidad.
Alegre, gritón, vivo. Una vez supo inventar un artículo de la Ley Orgánica de las Municipalidades que no existía para ganarle una votación a la soberbia del entonces presidente del Concejo Deliberante, Jorge Rodríguez Erneta. Como el “oso” desconocía ley la jugarreta pasó desapercibida. Así era Tito, inteligente, rápido y profundamente democratico. Y en donde esté su alma debe darse un debate político y celestial con esos crápulas que con engaños llegaron al mismo lugar sin merecerlo. Pero allí los esperaba Tito.
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