23/03/2015
Sección: 
Julio Carabajal Por Julio Carabajal

El valor de los desconocidos

Este 24 de Marzo se cumplen 39 años de aquel episodio nefasto que dejó secuelas inalterables en  la vida de los ciudadanos.

Después de 39 años nosotros,  que somos padres recomendamos a nuestros hijos “llevas documentos” o pronunciamos el remanido  “Tené cuidado”, o “no camines por las calles oscuras”.  Son indicaciones que escuchamos miles de veces, eran las sugerencias que nos inculcaron cuando éramos hijos. Las tenemos arraigadas desde  aquellas épocas de terror y secuestro.

Los que hoy acumulamos 60 años teníamos 21 en 1976, éramos jóvenes y el blanco de los militares. Salían a cazarnos durante todo el día y en las noches se intensificaban los grupos de tareas que recorrían las calles en para llenar los calabozos oscuros y húmedos de la dictadura.

Eran ellos, algunos tan jóvenes como sus víctimas. En  los centros clandestinos se apilaban los cuerpos golpeados  y la muerte esperaba agazapada en cualquier exceso.

Eran sitios lúgubres, con olor a carne quemada, donde el dolor y el sacrificio se respiraba y se podía tocar en las paredes llenas de cruces y nombres escritas con las uñas sangradas.

Eran los duelos de la vida, gozaron con las violaciones y los robos. Eran los centuriones sin honor que abusaron de mujeres y robaron niños en una cacería despiadada contra el pueblo que debían defender.

Eran las fuerzas Armadas de la Argentina, las mismas que se rindieron ante los ingleses en el 1982, con heridas en los glúteos de proyectiles ingleses después de correr cobardemente.

Llegó la democracia, costo mucho. Algunos creyeron ser los  dueños de esa libertad por la que no lucharon. En el 2003 llegó el matrimonio para hacerse dueño de la libertad por la que nunca peleo, marketinizó la lucha, bajo un cuadro de una pared como acto supremos de valentía y extendió los beneficios a los ex - presos políticos que hoy gozan de buena salud,  disfrutan la buena vida y exageran sus relatos de dudosa credibilidad .

Aquellos que lucharon, esos que dejaron la vida, son lo menos, son pocos, están limpios, no son funcionarios, son sobrevivientes desconocidos, son los que valen.            

 

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