11/07/2016
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Julio Carabajal Por Julio Carabajal

Hablan los que no saben

En el medio de esta crisis económica los destinos turísticos como Villa Gesell se preparan para las vacaciones de invierno. Si somos sinceros no hay expectativas de una buena afluencia de público.

Villa Gesell es un caso raro. La Asociación de Hoteles tiene un presidente residente en la ciudad y propietario de un hotel. Sin embargo el vocero de la institución es el secretario, un personaje llamado Jorge Cocco, que no es hotelero y vive en la provincia de San Luis. A pesar de esta irregularidad nadie plantea un reclamo, ni pide los  balances de la Asociación ni hace nada para cambiar este cuadro.

Y Cocco opina como si supiera o si fuera un experto en turismo. Es cierto que haca años que “vive” de este rubro, pero otra cosa es aportar conocimiento, técnicas turísticas o desarrollar algún plan para afrontar la crisis. Este dirigente que no es otra cosa que un puntero político del peronismo, debería resolver su propia situación sin esperar a que lo echen.  

Hay crisis porque la economía de este país también está en crisis. El tarifazo, los precios, el aumento del combustible y la inflación son conceptos que pueden hacer caer cualquier intento de favorecer el turismo en destinos como Villa Gesell.

Lo primero que hay que decir es no somos un destino de invierno ni lo seremos nunca. Somos un destino de sol y playa, es decir existimos en verano. En invierno las expectativas no deben ser muchas porque la ciudad está cerrada porque el comercio no abre sus puertas.  

Obviamente, que hay que hacer publicidad y promover la ciudad, pero el resultado ya lo conocemos. Sera por eso que muchos comerciantes decidieron no abrir.

Hacer turismo en un país en crisis es difícil y complicado porque no se dan las situaciones planificadas y hay que convencer a los comerciantes o seducirlos con alguna propuesta masiva. El problema radica que en invierno ninguna propuesta puede ser masiva porque los turistas no nos eligen para descansar. En su lugar llegan los propietarios de viviendas a controlar sus inversiones.

Esto nos ha pasado desde siempre. Obviamente hay otros destinos de invierno que son tentadores y exclusivamente de invierno o los de la zona norte del país porque las temperaturas son más agradables. Pero este camino intermedio no es seductor para nadie.

Las críticas conllevan un interés político. Ninguno con el mínimo sentido común o que conozca la ciudad no puede esperar un resultado distinto.

De manera tal que todos conocen “con los bueyes que aramos”, son personajes conocidos y en todos estos años los escuchamos decir lo mismo. No aportan nada nuevo, es más tendrían que dar explicaciones.        

           

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