20/08/2015
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Julio Carabajal Por Julio Carabajal

La obligatoriedad versus el consenso

Ningún proyecto de obligatoriedad de debate político fue aprobado en la legislatura nacional.  Hay condiciones políticas de hacerlo en la ciudad ¿Debe ser obligatorio o  consensuado?

 No hay ley que lo establezca a pesar de que  hubo diversos intentos de imponer la obligatoriedad del debate político entre los candidatos a presidente. Mucho más lejos está el debate en los distritos entre los candidatos a intendentes. El intento de establecerlo por ordenanza se parece más a un acto desesperado de reinventar a un candidato sobre la base de una estrategia preestablecida que a una confrontación de ideas.

La propuesta del concejal Hernán Luna de crear una ordenanza que establezca un debate público entre intendentes suena como un pedido de auxilio de algún sector partidario  y desvía la atención de la comunidad cuando hay problemas más graves que debería atender el Concejo Deliberante.

Gustavo Barrera ganó las P.A.S.O. por un amplio margen de votos, superó con holgura a sus dos contrincantes más cercanos: Jorge Martínez Salas  y Atilio Roncoroni  quiénes apelaran a cualquier estrategia saludable para acortar esas diferencias en el mes de octubre.

Los debates políticos deberían ser consensuados y voluntarios. Esa decisión de debatir deberá ser interna de cada candidato y acordar el temario con sus oponentes o en tal caso que se genere en la población misma a través de una consulta.

La ordenanza es una orden, en este caso se le ordena a los candidatos que deben debatir porque a Hernán Luna se le ocurre y este dirigente no participa en forma directa en el debate porque no está alineado en el sector que conduce Atilio Roncoroni.

Con relación al escenario el proyecto plantea que se realice en la Casa de la Cultura con transmisión de Canal 2  que también  aporta a un  periodista como mediador. El lugar predispone a una convocatoria de barras y militantes que  harían perder el objetivo  central del proyecto con actos de violencia. La comunidad ya conoce estas presentaciones y las rechaza.  En este sentido se podría realizar en una escuela pública del distrito con participación de docentes, alumnos de grados superiores y comunidad en horario vespertino. El intendente debería también opinar al respecto antes de someterse a la ordenanza que está en tratamiento en el deliberativo.

Hubo varios intentos de obligatoriedad de debate político y no se concretaron, en Villa Gesell surge una ordenanza que puede generar polémica.  Debería ser consultada a la población en definitiva las intenciones del autor del proyecto es que la población esté bien informada y conozca los proyectos de cada candidato. Sería una oportunidad de hablar con fundamento y con conocimiento de las causas.    

                

    

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