Villa Gesell es una de las localidades de la provincia de Buenos Aires donde Cambiemos logró importantes diferencias a nivel provincial y nacional. A nivel municipal la diferencia es menor, pero también terminó dando la victoria a la lista de Cambiemos por sobre Unidad Ciudadana. El reparto de bancas a concejales quedó 3-3-2 (Cambiemos, Unidad Ciudadana, 1País respectivamente) y se abre una nueva etapa en materia de diálogo legislativo. Esperemos que sea positiva para la ciudad, ya que el modelo de restricciones y trabas impuesto por la oposición de Martínez Salas y compañía no ayudaba a la ciudad en un contexto nacional que tampoco es el más favorecedor debido a la eliminación de feriados puentes, el aumento de tarifas y la alta inflación.
No se ve demasiada gente contenta y convencida de que el modelo macrista, y Baldo como su representante local, vaya a traer mejoras en lo económico y social. Más bien, se consolida la idea de un voto castigo hacia la figura de Cristina Fernández. Aún así, la ex presidenta es la candidata de la oposición que más votos reúne; así que resta ver si el modelo de país y de municipio propuesto por Cambiemos puede mejorar la calidad de vida de la sociedad. De lo contrario, ese voto volátil y emocional que parece siempre decidido a decir “que Cristina no vuelva más”, podría volverse en contra si le tocan el bolsillo y siguen las medidas antipopulares. Para no salir de su eje, a las 6 de la mañana comenzó a regir el aumento del combustible (que repercutirá en los alimentos) y se esperan aumentos de la luz, el gas y el agua en los próximos meses. A los geselinos les gusta esto de acuerdo a los votos, pero hay pocos partidarios macristas diciéndolo. En cambio, siguen sosteniendo que estamos en una etapa de sacrificios para estar mejor en el futuro. Veremos. La oposición, mientras tanto, queda claro que sin Cristina no puede ganarle a Macri, pero dividida como está ahora, no alcanza.
Ahora que el oficialismo ha revalidado su victoria en las legislativas, es importante ver cómo se posicionan y actúan los diferentes frentes que se dicen opositores. Randazzo arrastro a varios ex aliados del kirchnerismo hacia la derrota, no pesa por sí mismo, pero ha sabido capturar un porcentaje del voto peronista. ¿Se opondrá a las medidas antipopulares de Macri, o será una oposición únicamente desde lo discursivo? Lo mismo sucede con Massa, candidato que ha sabido llevarse votos del kirchnerismo y del macrismo, pero sin un peso demasiado relevante. Massa viajó a Davos con Macri ni bien comenzó el gobierno neoliberal de Cambiemos, es un opositor discursivo que ha dado su aval a toda clase de medidas nocivas para la industria argentina y la clase trabajadora: pago a los fondos buitres, apertura de importaciones y eliminación de las retenciones, entre otras.
El desafío será entonces, que la oposición esté a la altura de lo que demandan los votantes. Más allá de los motivos para no votar a Unidad Ciudadana, la única fuerza que podía meter hasta 2 senadores nacionales para ayudar a frenar al macrismo, los candidatos deberán demostrarle a sus votantes que realmente son oposición. Si sumamos todas las fuerzas pan-peronistas, el macrismo no alcanza la mayoría. Es, en realidad, la primera minoría. Ahora resta ver si los dirigentes liman asperezas de cara a 2019. Está claro que Cristina es la candidata que más convoca como opositora a Macri en la provincia de Buenos Aires. Ni Massa, ni Randazzo, ni la izquierda pueden hacer mella al macrismo en solitario. Pero si se puede conformar un espacio amplio e inclusivo, la oposición peronista alcanzaría cerca de aquel 54% de la mayor victoria kirchnerista en 2011.
Pensando en una mejora para el sistema democrático, se vuelve fundamental que los partidos políticos comiencen a prestarle especial atención a la formación de nuevos cuadros. Políticos jóvenes y equipos que muestren que la política no es una forma de llenarse de dinero, sino un modo de trabajar para que la comunidad esté mejor. La atención a las problemáticas juveniles y a la formación política para que aquellos que hoy pueden votar a partir de los 16 años, se interesen, conozcan y mejoren la calidad política en todos sus niveles será clave. El votante desinformado no ayuda a fortalecer el sistema democrático, lo convierte en un mero ejercicio de ir y poner una boleta en un sobre sin tener idea de aquello que se está poniendo en juego. La responsabilidad de formar políticamente a los ciudadanos tiene muchas aristas: la escuela debe remarcar siempre el valor de la democracia, los partidos políticos deben salir a las calles y mostrar que la política no es algo sucio, sino una construcción de la gente y para la gente, y la familia también debe replantearse la importancia de la política.
Los grupos jóvenes serán la clave. Este humilde cronista ya lo dijo en una nota de opinión previa, hay que escuchar y trabajar con los jóvenes. Nada hay más gratificante para un docente, un padre o un político, que ver a los jóvenes que trabajaron con uno, superar nuestras expectativas y logros. Hay que militar, defender ideas y convicciones, no dejarlas en la puerta de ningún concejo deliberante ni casa de gobierno. Hay que conservar la humildad, y los jóvenes de eso saben mucho. Cuando trabajan en proyectos para la comunidad, no lo hacen pensando en el reconocimiento personal, sino en el trabajo conjunto. Aprender de ellos, ayudarlos a concretar sus proyectos, y crecer juntos es la responsabilidad de un buen dirigente político.
Porque no hay que quedarnos con la idea de que nuestro rol en política es simplemente ir y votar. Participar en política como vecinos implica conocer más acerca de lo que cada medida puede repercutir en nuestro día a día, y en cómo construir desde el empoderamiento vecinal una forma de trabajar para que nuestros políticos nos representen y hagan de nuestro país, nuestra provincia y nuestra ciudad un lugar mejor. Gracias a todos aquellos que lucharon para que hoy podamos seguir disfrutando de la democracia, justicia para Santiago Maldonado y hasta la victoria siempre.
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