08/06/2016
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Julio Carabajal Por Julio Carabajal

La ventaja de no hacerse cargo

El empresario Gustavo Pereyra ya es ampliamente conocido en Villa Gesell. Lo conocen los vecinos, los funcionarios, los periodistas, sus trabajadores y los políticos de la oposición a pesar de que en esta instancia lo traten como una víctima del malvado Gustavo Barrera.

Todos ellos saben en qué condiciones compro la empresa Ecoplata y bajo la tutela de ex – intendente Jorge Rodríguez Erneta en el año 2012 pretendió sostenerla. Ecoplata fue mal parida porque se le adjudica como un segundo servicio público al mismo empresario ya que ya tenía adjudicado el servicio de transporte de pasajeros.

La garantía de continuidad y de flujo de capital hacia la empresa era el ex –intendente, pero este decidió irse de Villa Gesell en busca de otros horizontes más cómodos y más holgados de presupuesto y abandono a sus allegados. Allí nacieron las “viudas del oso” y fue allí en ese  momento en que este andamiaje comenzó a caerse.

Con la llegada de Gustavo Barrera la situación se complicó para Pereyra. El dialogo no era fluido ni para el empresario ni para sus emisarios y encima sus contactos ya no estaban. Todo se cayó.

 Llegaron los embargos del anterior propietario de la empresa y otras demandas por falta de pago. La AFIP y los pagos de obligaciones laborales comprometieron más la situación. Pereyra intento arrimar un pedido de mayores costos para mantener su empresa pero es evidente que las neuronas son escasas para ampliar negocios o buscar apoyos o el pasado es conocido más allá de Villa Gesell. También es cierto que no hay confianza entre estos dos “Gustavos”

En el medio quedaron los trabajadores que acompañaron en silencio todo este camino del empresario. Hubo algunos reclamos de Camioneros que parecían orquestados por el propio Pereyra. Demasiada amistad.  

Así  se llegó a esta instancia. Ecoplata no cumplió con el servicio tampoco tomo medidas de remediación en el predio de disposición final de residuos, tiene deuda de canon que debe abonar al municipio  de Gral. Madariaga por arrojar los residuos en su territorio. Todas causales de rescisión de contrato y así se tomó la medida de rescindir las obligaciones con Ecoplata

Pereyra es indefendible. Todos lo saben, incluso los concejales de la oposición que hoy se rasgan las vestiduras ante esta situación, pero no intervienen. Dejan que todo pase y solo miran y critican y victimizan la figura del empresario. En todo este tiempo jamás lo convocaron para buscar alternativas  

La última jugada del empresario fue suspender a los trabajadores por 75 días quitándoles la posibilidad de ser contratados por la nueva empresa Santa Elena, y con cierta habilidad direcciona el pago de las indemnizaciones  hacia el municipio. Los camiones de Ecoplata desaparecieron del taller. Este jueves no se los vio en el reclamo de camioneros, ¿los vendió?

Aquel que quiera un poco y solo un poco a esta ciudad debería ser objetivo y pensar en colectivo y no en su propio ego. La ciudad es de todos no es ni de Pereyra ni de los camioneros, tampoco es de Barrera.    

                  

   

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