Cristina Fernández volvió a sorprender. Justo en el límite de tiempo para inscribir alianzas para las PASO 2017, decidió prescindir del PJ y armar el Frente de Unidad Ciudadana. Todavía no se sabe si será candidata, pero con esta decisión le marca la cancha a Randazzo y a los legisladores que quedaron boyando después de haber ganado una banca con el FpV, y votaron contra las decisiones del partido, caso Bossio, caso Pichetto, caso Abal Medina. El resultado de las elecciones todavía no lo sabremos hasta octubre, pero por lo menos quedó claro que las aspiraciones de Randazzo de medirse con Cristina han quedado redimensionadas ahora que la interna será con Mario Ishii, el intendente de José C. Paz.
¿Por qué Florencio ahora llama a que no se realicen las PASO ya que Cristina está por fuera del PJ? ¿Qué es la Cláusula Pichetto y por qué no quiso aceptarla? ¿Por qué después de casi un año y medio de silencio Florencio Randazzo vuelve a la escena política con bombo y platillos en los medios, siendo que ni siquiera tiene una intendencia o un puesto de gestión desde donde mostrarse? ¿Por qué Massa, con mucha mayor presencia política, se ha ido desdibujando con el paso del tiempo? Preguntas que no tienen una respuesta sencilla para quienes somos ajenos a la rosca política, pero que podemos ir armando si leemos con detenimiento declaraciones de los principales involucrados.
El nombre Clausula Pichetto hace alusión a un acuerdo de los candidatos que vayan en la lista del Frente de Unidad Ciudadana, de sostener desde las bancas los puntos programáticos que se establecen para poner freno a los ajustes terribles que está llevando a cabo la alianza Cambiemos con la UCR y otros partidos menores. Paulo Vilouta, panelista de Intratables, ferviente anti-kirchnerista y considerado el peor relator de fútbol argentino, explicó de manera brillante el motivo por el cual Cristina evitó las PASO y creó su propio frente ante el rechazo de Randazzo a la Cláusula Pichetto: si no creaba su propio frente, corría el riesgo de meter en su lista a diputados y senadores que ni bien cruzan la puerta del congreso, hacen un bloque propio y se van con Bossio.
En definitiva, lo que hizo Cristina fue asegurarse que los candidatos que vayan a estar en la lista, sea ella candidata o no, van a defender los puntos programáticos del Frente de Unidad Ciudadana. Ni más, ni menos. Ya son muchos los Abal Medina, los Bossio y los Pichetto que llegan al poder como representantes de un partido, y al sentarse deciden que llegaron por sus condiciones personales y votan en contra de lo que el FpV quiere.
¿Por qué motivo Florencio Randazzo le dijo que no a una lista de unidad? Cristina incluso dijo que en pos de la unidad podía no ser candidata, hasta le ofrecieron el primer puesto de la lista a Randazzo, y él se negó. Había hecho lo mismo en 2015 cuando le ofrecieron ser candidato a gobernador de la provincia y él se quedó empecinado en que si no era candidato a presidente, no era nada. El motivo para rechazar la lista de unidad puede encontrarse en los aliados que tiene Randazzo para su candidatura. Abal Medina, Hilda Chiche Duhalde, el Movimiento Evita, Bossio y Pichetto (qué abiertamente trabajan para unir a Massa y Randazzo de cara a 2019). Todos sectores que, en mayor o menor medida, se han encargado de decir que Cristian ya es el pasado, que ya no es una líder popular y que debería conformarse con ser ex presidenta y no volver a postularse.
Ahora Florencio Randazzo dice que las PASO no son necesarias, porque claro, ya no va a desgastar la figura de Cristina sino que se expone él mismo al tener que competir con Mario Ishii. Dice que las ideas son las mismas y qué no hay que perder el tiempo con una interna, que tienen que decidir las listas mediante el diálogo. Los mismos motivos por los cuales Cristina terminó haciendo un Frente de Unidad Ciudadana sin el PJ. Ahora, mi pregunta para Florencio: ¿había que hacer las PASO o había que llegar a un acuerdo entre cúpulas? Pareciera que la respuesta del randazzismo es: depende contra quién sea la interna.
El último punto de este humilde análisis gira en torno a los medios y la instauración de ideas en el imaginario colectivo. Primero, Florencio Randazzo volvió a ser tapa de los diarios después de casi un año y medio de perfil bajo. Hablamos de un ex ministro del gobierno kirchnerista que, de no ser por un plan político que quería reinstaurar los trenes y la importancia de la comunicación entre los pueblos del interior, hubiera pasado totalmente desapercibido. Randazzo fue un gran ministro, pero no de ideas propias, sino colectivas. Enmarcadas en un modelo de país propuesto por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner donde el ferrocarril volvía a ser central..
Entonces, sorprende que para los medios Randazzo sea una figura de espectacular sagacidad política y brillantes logros de gestión. A ver, si lo ponían de Ministro de Transporte pero el proyecto de país que promovía el kirchnerismo no tenía interés en dicha área, lo más probable es que nadie conociera a Randazzo. Sin embargo, vuelve ahora a ser la esperanza para purificar el peronismo. Massa quedó descartado, pero algunos de los residuos de los intentos de Clarín por convertirlo en la alternativa peronista potable ya coquetean con Florencio, e incluso se animan a ilusionarse con una alianza entre ambos. No seamos ingenuos, el jefe de campaña de Randazzo es Albeto Fernández, qué se fue del Frente Renovador para apoyar a Florencio.
Sin embargo, y para ir cerrando, para entender el regreso de Randazzo a la escena política hay que leer los diarios. Desde que Cristina anunció el nuevo Frente de Unidad Ciudadana, las notas de Clarín y La Nación giran en torno a un nuevo suicidio político del kirchnerismo. Este movimiento que parece tener una habilidad de resurrección interminable, ahora desaparecerá aún si Cristina gana. Te lo dicen en sus editoriales Beatriz Sarlo, Van Der Kooy y Joaquín Morales Solá, entre otros. Con títulos tan catastróficos como “Si pierde Cristina el peronismo pondrá una lápida sobre su figura política”. Pero lo más llamativo lo encontré en una nota de La Nación de Fernando La Borda, donde explicita, casi sin querer, los motivos por los qué Randazzo quería una interna: “Aún no llegando al podio reservado para los tres primeros, Randazzo podrá haber realizado, con su sola presentación electoral, una contribución histórica para la muerte política de Cristina”.
Horacio Verbitsky decía en su editorial del domingo 04 de junio en Página 12, que en el pago de Chivilcoy un hermano de Randazzo al que llaman Batería se fue de boca. Anda diciendo que la campaña de su hermano está siendo bancada por María Eugenia Vidal. ¿Quizás para desgastar la figura de Cristina y hacer que se hable de ella, en vez de poner la actualidad argentina en el centro en un año de elecciones? Randazzo es muy amigo de Pablo Casey, sobrino y heredero de Héctor Magnetto y del multimedio Clarín. Quizás, eso explica un poco porque Randazzo vuelve con tanta fuerza a los medios para denostar a Cristina y con tanta prensa en los medios que, una vez más, dan por muerto al kirchnerismo.
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