05/06/2020
Sección: 
El informador geselino Por El informador geselino

EE.UU. LA DESIGUALDAD QUE MATA

Copete: 

El brutal asesinato de George Floyd por parte de policías blancos, fué el detonante de protestas que van más allá del pedido de justicia por el horrendo crimen.

No es la primera vez que la brutalidad policial contra ciudadanos afroamericanos se produce,
ya los hubo y generaron protestas en las ciudades dónde ocurrieron. Esta vez la filmación del asesinato en tiempo real y el contexto de la pandemia, hicieron que el reclamo se extendiera por todo el país y ampliará su reclamo a la injusticia de la desigualdad y al omnipresente racismo que sufren negros e hispanos en Estados Unidos.

Muchas son las evidencias de la postergación de los afroamericanos, en materia de trabajo,
acceso a la educación y a la salud, mayoría en la población carcelaria, etc.
Pero ninguna tan candente como la desproporción del alcance de la pandemia del covid-19 entre la población negra.

Los afroamericanos representan aproximadamente el 15% de los 331 millones de habitantes de Estados Unidos.
Los muertos por el virus entre la población negra representan el 33% de las 107.000 víctimas estadounidenses. Más del doble de los que les tocarían en una distribución proporcional.

En la ciudad de Chicago, la sexta en población de EE.UU., con un 30% de población negra, los contagiados eran un 50% y los muertos un 72%. En Michigan, con un 14% de la población,
los afroamericanos tienen el 33% de los infectados y el 41% de los muertos.
En el estado de Nueva York el 9% de población negra sufre el 18% de las muertes.

Está desproporción se repite por todo el país y la acompaña, aunque algo más atenuada, la población de origen hispano.
No hay ninguna razón genética para esta desproporción. Una parte de la explicación lógica es que la población negra está más expuesta por la calidad de sus trabajos la mayoría escenciales y de contacto con público,
cómo choferes de ómnibus, atención en supermercados y uso del transporte público.
Esos trabajos son los que no permiten el trabajo no presencial que adoptaron muchos de los trabajadores más jerarquizados.

Pero la comunidad afroamericana trae como lastre mayores co-morbilidades consecuencia de su postergación social, laboral y alimentaria.
Diabetes y afecciones pulmonares y cardíacas
Son más comunes entre la población negra.

Y también es más dificultoso su acceso a la salud. Por modificaciones de la administración Trump a alcances de asistencia médica durante el gobierno de Obama, gran parte de los afroamericanos, tienen ingresos superiores
de los que le permitirían acceder al sistema de salud gratuito pero inferiores a los que le permitirían acceso a la salud privada. Quedan así en un limbo sin cobertura de salud.

En resumen, la población negra de EE.UU. tiene más del doble de contagiados que su proporción en la población, más del doble de los muertos y además, aunque no hay estadísticas por etnia de los muertos en todo el país, entre los afroamericanos es mayor la tasa de letalidad.
Este último dato evidencia una atención discriminatoria ya ingresados al sistema de salud, porque excede el previsible por co-morbilidades preexistentes.

Está desprotección frente a la pandemia es un componente importante de las protestas que, junto con el rechazo al racismo endémico y al asesinato de Floyd, conmueven los cimientos del "sueño americano" y hacen tambalear el proyecto de reelección de Donald Trump.

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