23/07/2015
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Julio Carabajal Por Julio Carabajal

El rechazo de la obra más negada de la historia geselina

Copete: 

Nuevamente  todos los bloques del legislativo, salvo las ausencias en el recinto, le dieron la espalda a la única empresa que se presentó para realizar la obra de Repotenciación Eléctrica

Debe ser el expediente más rechazado en la historia del Concejo Deliberante de Villa Gesell.  Si sumamos las opiniones de los concejales resulta que este expediente acumula dos rechazos por concejal: son como 52 negativas  en dos sesiones. Habría que sumar algunas más que se pronunciaron antes de estudiar el expediente.

En esta última oportunidad el rechazo fue contundente, faltó el ADN de algún socio de la empresa que compone esta UTE que se presentó para realizar la obra el pasado 14 de mayo en la licitación pública.  

La opinión de los ediles fue impiadosa, dura, no dejaron pasar ningún error, por mínimo que este haya sido.  No pasó ninguno. Sin embargo, los concejales afirman que quieren concretar la obra, pero no de esta forma. Estos concejales parecen paladines de la perfección en el tercer mundo que se caracteriza por imperfecciones, desprolijidades y situaciones salvables. Tampoco terminaron de rechazar el expediente. Es el sí pero no, “se hace de la forma que nosotros queremos” parecen ser el pensamiento de este legislativo.

El despacho de las comisiones de Obras, Servicios Públicos y Legislación que analizaron  nuevamente las respuestas del Departamento Ejecutivo fue lapidario.  Desde la ausencia de la firma del oferente en el pliego de Bases y Condiciones, pasando un “tipeo erróneo involuntario” , más la tercerización de la obra a manos de una empresa que forma parte de la UTE, la cesión de las tierras donde se instalaran los transformadores nuevos hasta la situación financiera de algunos de los socios fue objeto de análisis profundo de los concejales. Se encargaron de investigar la vida social, financiera, económica de los que participan en el desarrollo de la obra para rechazar la propuesta.

Diego Piacenttini, Fernando Acebal, Claudia Cima, Atilio Roncoroni, Mabel Llompart, Sergio Cabutti expresaron los mismos argumentos para rechazar el expediente. Atilio fue el único novedoso ya que propuso que la obra vuelva a la Cooperativa Eléctrica (Cevige) con nuevas condiciones de contrato. El concejal del Frente Renovador afirmó que  Cevige está dispuesta a reconocer las condiciones que interponga el municipio.

Los concejales le atribuyen al asesor letrado de la municipalidad, el abogado Marcelo Martinó una importancia superlativa al remarcar que el letrado no firmó ningún despacho para avalar a la empresa. Parece que la rúbrica de la doctora Paula Alaya no tiene la relevancia para resolver sobre este caso.

 “La pregunta que nos hacemos es saber si el ejecutivo tiene voluntad de hacer esta obra. Si la tiene no lo demuestra. Se hace difícil plantear este escenario con la voluntad. Hemos trabajado en este pliego que no deberíamos haber realizado pero ante el reconocimiento del intendente y de su asesor letrado de los errores y vicios  de este expediente planteamos esta posibilidad de subsanar este expediente, pero no fue así”, dijo Diego Piacenttini.

“La verdad este expediente que tiene un  número importante  de fojas  y en ninguna de ellas está la firma del asesor letrado de la municipalidad diciendo que el procedimiento está bien. El intendente manda el expediente sin el decreto de estilo que establece la preadjudicación de la obra por el artículo 155 de la Ley Orgánica de las Municipalidades.  El intendente debe expresar su voluntad política de adjudicar la obra.”, expreso Acebal en los primeros tramos de larga exposición.

“La pelea que tiene el intendente con Cevige es notable. Por eso decidió hacer un pliego nuevo y llamar a licitación. Se presentó esta UTE en formación con una oferta que trae muchos problemas de conformación. Creí que haría un nuevo llamado sin subsanar estos errores, en realidad había que hacer un llamado, era la única salida porque estos errores no eran posibles de solucionar” afirmó  Atilio Roncoroni y agregó  “Cevige está dispuesta bajarse del juicio, a aceptar las condiciones del municipio para hacer la obra, están dispuestos a hacerla por 96 millones de pesos en las condiciones para el jefe comunal interponga”, adelantó Atilio.

Los ediles se sucedieron en la palabra con los mismos argumentos ya que no había nada nuevo para aportar. Cada uno le imprimió su personalidad al  rechazo.

Ninguno de ellos actuó con humildad.  Las críticas fueron despiadadas, agresivas, irónicas. Se había adelantado el rechazo. El pacto de silencio entre los concejales así lo indicaba en los días previos, pero consideran  saludable hacer una verdadera sangría de los errores del intendente y su equipo.  

Cabe aclarar que el expediente no pudo pasar en estas condiciones. Pero debería haber una advertencia de la voluntad que deciden tener los concejales de hacer la obra. Los radicales no mencionan que desde la comisión de Seguimiento y control que ellos propusieron,  también sugirieron no desembolsar el dinero a Cevige porque tercerizaba la obra. Hubo participación directa de la oposición que avaló la medida del jefe comunal en su momento. Pero después todo cambió y es mejor olvidar que recordar porque la memoria te hace partícipe de las decisiones.   

El futuro de la obra corre peligro. Los rechazos están a la orden y torcer esta voluntad legislativa se hace difícil y mucho más si con errores propios se alimenta la negativa. Así nadie gana, todos pierden.        

 

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