El Gobierno de Javier Milei anunció con entusiasmo el cierre del Fondo Fiduciario del Servicio Universal (FFSU), un instrumento que financiaba obras de conectividad en zonas remotas o con baja rentabilidad, donde el mercado tradicional no llega. Este fondo, gestionado por Enacom y financiado con el 1% de los ingresos de las grandes empresas del sector, tenía como único fin reducir la brecha digital en el país.
La eliminación del FFSU se suma a la disolución de otros 17 fondos fiduciarios, como los destinados a la vivienda social y al desarrollo agrícola. Según Gustavo López, exvicepresidente de Enacom, la medida interrumpe casi 500 proyectos aprobados en los últimos cuatro años, que buscaban conectar barrios populares, localidades alejadas y áreas estratégicas para salud y seguridad, beneficiando a más de 7 millones de personas. López también desmintió que el fondo tuviera irregularidades, destacando que su gestión logró avances como la conexión de Tierra del Fuego y el aumento de la velocidad en la red federal de fibra óptica.
El cierre del FFSU paraliza obras en curso y redirige los recursos sobrantes al pago de la deuda externa, lo que, según López, refleja una política excluyente. “Si sos pobre o vivís en un lugar alejado, no vas a tener derecho a esto. El fondo no le costaba un peso al Estado; lo financiaban las empresas”, lamentó. La decisión, criticada por sus posibles consecuencias sociales, amenaza con ampliar la brecha digital en Argentina.
En el mediodía de ayer, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof inauguró junto... LEER NOTA COMPLETA
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