06/11/2021
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El informador geselino Por El informador geselino

EL VERDADERO OBJETIVO DE MARK ZUCKERBERG ESCONDIDO DETRAS DEL CAMBIO DE NOMBRE DE FACEBOOK

Copete: 

Nuevas filtraciones muestran que la empresa no desconoce los efectos tóxicos sobre los usuarios de su modelo de negocios. Pese a las promesas de neutralizarlos, la corporación de Mark Zuckerberg no modifica el rumbo porque implicaría reducir las extraordinarias ganancias que incrementa año a año. Qué busca con su nueva estrategia.

Los documentos internos de Facebook filtrados por Frances Haugen, exgerenta de producto de la empresa, brindan nuevos detalles acerca de los efectos negativos del modelo de negocios sobre la sociedad, de su conocimiento por parte de la empresa y el desinterés por reducirlos. Si bien la mayoría de los problemas ya habían sido señalados por distintas organizaciones, la prensa o trabajadores, los informes internos ofrecen elementos que revelan la incapacidad de esta corporación de cambiar su rumbo, más aún cuando evalúa el éxito trimestre a trimestre en balances con el crecimiento de sus ganancias extraordinarias.

Haugen encontró durante sus dos años en Facebook el peor ambiente de trabajo de toda su experiencia laboral, que incluye Google y Pinterest, entre otros. La tarea de su equipo era reducir la circulación de los mensajes más tóxicos durante las elecciones presidenciales 2020 de Estados Unidos. 

Una vez terminado el comicio este grupo de trabajo fue disuelto. Para Facebook era momento de dejar al algoritmo hacer lo que sabe: básicamente, detectar los mensajes más irresistibles para que la gente pase más tiempo frente a la pantalla y se le pueda mostrar más publicidad, de donde proviene el 98 por ciento de sus ingresos. 

El nudo principal del problema es que los posteos más tóxicos son los que más interpelan a reaccionar, compartir, contestar, criticar, indignarse. Lejos de considerar que esto es un problema, el algoritmo, programado para priorizar las reacciones (engagement), los hace circular y alimenta ese mecanismo tóxico. De ese modo Facebook elige cotidianamente entre su beneficio económico o proteger a la sociedad de noticias falsas y discursos de odio.

Frente a la sucesión de escándalos Zuckerberg buscó recuperar la iniciativa con dos anuncios. 

1. El cambio de nombre de la corporación Facebook por Meta para despegar a sus otros emprendimientos de la red social. 

2. Dentro de esta corporación se crearon dos segmentos: uno para la familia de apps (Facebook, Instagram, Messenger, Whatsapp son las más conocidas) y el otro para los emprendimientos de realidad virtual llamado Reality Labs. 

En este último se va a profundizar el camino iniciado por Oculus rift para llegar a la construcción de un muy ambicioso Metaverso, una suerte de universo paralelo inmersivo al que se accederá con anteojos de realidad virtual. A los más de 10.000 empleados que ya tiene trabajando en este proyecto, sumará otros 10.000 en Europa y planea invertir 10.000 millones de dólares en los próximos años.

Metaverso parece más bien una necesidad empresaria para atraer más usuarios por más tiempo, captar más datos y crear más posibilidades de monetizar la experiencia por medio de la publicidad u otros mecanismos. La apuesta es que el deslumbramiento por la atractiva novedad inhiba la pregunta sobre si son los usuarios los que necesitan algo así o es la empresa.

Mark Zuckerberg quiere ser visto como un nuevo Steve Jobs por su capacidad disruptiva para construir el futuro, y como Bill Gates por ser un gran filántropo. El Metaverso parece ser la forma de lograr el primer objetivo. Para el segundo cuenta con la Chan Zuckerberg Initiative, una fundación que canaliza sus donaciones aunque sin el impacto favorable en su imagen que él desearía.

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