En 24 horas cayeron las precipitaciones previstas para todo el mes de septiembre y hubo vientos de hasta 234 kilómetros por hora.
El tifón Nanmadol dejó cuatro personas fallecidas y un centenar de heridas tras su paso por Japón. Durante la jornada del domingo, el fenómeno natural causó destrozos en viviendas, apagones y dejó calles anegadas por la caída de árboles. Las autoridades precisaron que 140.000 viviendas siguen sin servicio eléctrico.
A pesar de que la peor parte ya pasó, el Gobierno japonés le pidió a la población que se mantenga atenta, especialmente a la que reside en las zonas cercanas a los ríos, los cuales corren riesgo de desbordarse después de las intensas precipitaciones. Hay 2 millones de personas que siguen bajo alerta de evacuación.
Desde el Ministerio de Tierra e Infraestructura precisaron que "una pequeña cantidad adicional de lluvia puede causar un incremento en el nivel del agua, así que por favor manténganse atento a las inundaciones y los deslizamientos".
La primera persona notificada como fallecida era un hombre de 60 años que se encontraba en el interior de un auto en la ciudad de Miyakonojo cuando fue alcanzado por la fuerza del tifón, según confirmaron autoridades de la prefectura de Miyazaki. Por el momento se evalúa una segunda muerte, ocurrida en la región de Fukuoka.
El servicio meteorológico local apuntó que algunas zonas recibieron en 24 horas las lluvias previstas para todo el mes de septiembre, con vientos de hasta 234 kilómetros por hora. Este fenómeno aumentó el caudal de los ríos, que corren riesgo de desbordarse.
Japón se ve golpeado por unas 20 tormentas de este tipo en esta época del año, pero los científicos afirman que el calentamiento global aumenta la gravedad de estos fenómenos y causa episodios extremos como olas de calor, sequías e inundaciones cada vez más frecuentes e intensos.
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