Al cumplirse cuatro años desde aquel 15 de Octubre de 2010, en que desapareció se reactivó la causa judicial por Agostina Sorich. Este jueves se realizaron dos procedimientos con participación de la Policía, la Gendarmería Nacional, la DDI local y personal judicial. El resultado fue negativo en ambos lugares
El viernes 15 de octubre de 2010 Agostina Sorich, de 12 años, no volvió a su casa en Monte Rincón. Había desaparecido y no se volvió a saber de ella nunca más. Su madre hizo la denuncia al lunes siguiente y a partir de ahí se abrió un abanico de rumores, versiones, datos falsos que dieron lugar a diferentes pistas que llevaron a organizar rastrillajes, allanamientos, cambios de fiscales y todos los ingredientes negativos que puede proponer el sistema judicial argentino.
Hace tres meses en el marco de una investigación por abuso sexual de una menor la policía descubrió en el interior de una puerta de un ropero una serie de escritos, entre ellos había uno que llamo la atención delos investigadores: decía Agostina escrito con un fibrón.
La leyenda fue descubierta en una casa ubicada en Paseo 104 Bis y Avenida 15, donde reside un hombre de 60 años de nacionalidad chilena imputado en la mencionada causa por abuso sexual, pero también había sido nombrado en la causa Sorich hace tres años.
En la mañana de este jueves la Policía bonaerense, los Bomberos, personal de Gendarmería Nacional, dos fiscales y personal de la subDDI local se presentaron en la casa de 104 Bis y Avenida 15 para realizar una serie de diligencias periciales. Pero esta vez por la causa de Agostina Sorich. Los gendarmes llevaron un Geo-radar digital que tiene la capacidad de sondear la tierra en busca de cualquier elemento que pueda estar enterrado. Objetos, armas o restos humanos.
Durante siete horas se realizaron varias excavaciones en el jardín y los fondos de la finca sin resultados positivos. Los agentes hallaron ropa de niño, secuestraron un serrucho, una sierra y restos óseos presuntamente de animales.
Surgen otras pistas
Durante el allanamiento la policía recibió seis declaraciones testimoniales que indicaban que los restos de la joven estaban enterrados en Paseo 148 y Avenida 8. Era la segunda sorpresa de una jornada agitada y llena de rumores. Esta vez los testigos sostenían que se animaron a declarar ante la ausencia de los verdaderos dueños del asentamiento “de los Paraguayos”, un lugar violento, difícil y complicado. Allí se produjeron varios homicidios y hay hechos de violencia todos los fines de semana.
Precisamente allí falleció el joven Miguel Ozores de 21 años uno de los patrones del asentamiento. Quizás esta muerte activó las testimoniales ya que también desaparecieron las amenazas. Toda una especulación policial para justificar las declaraciones.
Las pericias en este barrio fueron más expeditivas. Nuevamente el geo-radar de Gendarmería se pudo en funcionamiento mientras una pala cargadora despejaba de residuos la zona a peritar,
Después de tres horas y cuando casi capia la tarde, el resultado también fue negativo. En el lugar estaba Andrea Sorich, madre de Agostina. Las dos pericias no arrojaron nada positivo, todo sigue igual. Había surgido una esperanza de una nueva pista o el cierre de la historia que ya lleva cuatro años de angustia. No paso ninguna de las dos cosas. Pasaron cuatro años y Agostina ya con 16 años sigue desparecida y es una herida abierta que sufre Villa Gesell
La Madre de Agostina
Andrea Sorich estuvo presente en el lugar, atenta al trabajo de las fuerzas policiales y de la tecnología que era perfectamente visible en la pericia.
“Es difícil, pero yo voy a estar hasta las últimas consecuencia. Mas allá de que esto no arrojo ningún resultado trascendente para la causa, esto nos indica que se sigue trabajando y se siguen haciendo cosas y no vamos a parar hasta saber que pasó”, expresó la madre de la niña desaparecida.
“sigue trabando, trajeron dos geo-radares y hay solo cuatro en el país. Me parece que esto es bueno”, añadió Andrea.
Más adelante la madre de Agostina señaló “En el allanamiento de hoy a la mañana se realizó en la casa de una persona allegada a la familia. Es una persona muy conocida por nosotros y si tiene algo que ver lo vamos a saber y va a pagar por eso. Era un amigo de la casa. Después de la desaparición de Agostina dejamos de vernos porque se sintió incomodo porque fue citado en la causa”
“Hace cuatro años vine a este lugar en 148 y 8 y no me dieron bolilla, dijeron que podía ser una locura mía, Más allá de que no se encontró nada yo sigo teniendo mis dudas de que este lugar pudo haber sido el principio y el final de Agostina”.
Todos los derechos compartidos