El gobierno de Milei quiere eliminar la fórmula de movilidad jubilatoria sin informar cómo la reemplazará y cuánto aumentarán las jubilaciones. Un cálculo conservador estima una caída real del haber mínimo del 12 por ciento en este año, extendiendo de este modo la tendencia de ocho años de retroceso del poder de compra de los jubilados. Sólo en los tres únicos gobiernos kirchneristas hubo una mejora real de las jubilaciones.
En la negociación con el Fondo Monetario Internacional y en las declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, se revela quiénes son, por la dimensión del universo alcanzando, la variable principal del ajuste del gobierno de Milei: los jubilados. Se prolongará de este modo el ciclo que se extiende desde hace ocho años de pérdida de poder adquisitivo de los haberes jubilatorios.
El gasto previsional como parte del rubro Prestaciones Sociales es el más importante del gasto público nacional, al representar poco más de la mitad. Por este motivo es la obsesión de los promotores del ajuste fiscal regresivo.
La prédica conservadora ha tenido éxito al concentrar la crítica en la magnitud del gasto previsional como fuente de inestabilidad económica (déficit + emisión = inflación), al señalar el costo de la ampliación de la cobertura vía moratorias y del incremento del monto de las jubilaciones por decretos primero y la fórmula de movilidad después durante los tres únicos gobiernos kirchneristas (2003-2015).
Desde entonces, el monto de las jubilaciones fue perdiendo capacidad de compra. Más aún porque los jubilados tienen un consumo diferente al general, por lo que el índice de precios del Indec no permite capturar en su totalidad la incidencia de los aumentos en el presupuesto del hogar de los jubilados. Los rubros Salud y Servicios de la Vivienda en el índice de precios de los jubilados tienen una ponderación que duplica la de los trabajadores registrados.
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