02/07/2024
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El informador geselino Por El informador geselino

POR UNA DEMOCRACIA POPULAR

Copete: 

La democracia capitalista representativa es la única que conocemos…y apesta!

Nota de opinión por Guillermo Cardoso

En todas las constituciones del sistema capitalista de los distintos países se habla de que los diputados y senadores electos son representantes del pueblo. Y ciertamente que esa fue la intención de los creadores de la democracia. Pero resulta que posteriormente a este invento griego se sucedieron infinidad de regímenes basados en la explotación de los pueblos por reyes, emperadores, dictadores, jeques y todo tipo de autoridades por sobre el pueblo común. Hasta que en Francia se declaró la República burguesa mediante una gran revolución. Desde ese entonces y hasta la fecha rige, en la mayoría de los países, el sistema democrático en lo político y capitalista en lo económico.

Se supone entonces que esos países tienen representantes de sus pueblos en sus instituciones democráticas. Pero definimos estos sistemas democráticos también como capitalistas y eso no es un detalle menor, significa que quien manda no es el pueblo sino los empresarios que esponsorean políticos para que velen por sus intereses, para que en sus gobiernos o escaños se defiendan sus conveniencias comerciales. Es decir, el capitalismo, a lo largo de décadas, a cooptado políticos de todo pelaje asegurándose sus beneficios con cualquier gobierno del sistema.

Financiando campañas, regalando viajes, dinero y poder garantizan tener sus defensores dentro de los gobiernos y cámaras. Por eso los partidos o movimientos otrora revolucionarios como el PRI mexicano o el PJ argentino se han convertido en simples e inofensivos partidos del sistema. Solo cuando aparece alguien carismático, coherente, y sin compromisos con sectores del poder como Néstor y Cristina Kirchner, pudimos tener gobiernos inclusivos y justos en lo económico y una política externa independiente, latinoamericanista y proteccionista de nuestra producción.

Los trabajadores recordamos muy bien aquellos años, cuando el dinero nos alcanzaba cada vez más, cuando el trabajo abundaba y podíamos hacer y comprar cosas que hasta ese momento eran impensadas. Este estado de bienestar logrado bajo sus gobiernos conllevó una dura pelea con estos sectores del poder acostumbrados a imponer su voluntad desde siempre, comprando voluntades o provocando golpes de Estado, pelea que terminó ganando el establishment a través de sus medios de comunicación. Después vino el macrismo y la deuda, Alberto y la pandemia y ahora esta pesadilla increíble de tener una persona de rasgos psicopáticos, desconocedora y enemiga del Estado, como presidente.

Ahora los verdaderos dueños del país, los que siempre decidieron, los que financiaron la muerte de 30 mil, los que compran y venden políticos como mercancía, tienen a su títere en el poder y decidido a derrotarnos como pueblo. Porque solo con una derrota física de los trabajadores y el pueblo puede imponerse por más tiempo un plan de empobrecimiento y entrega tan salvaje y despiadado. No es de extrañar que desde el gobierno se niega plata para ayuda social o para los jubilados pero se gasta en armamento y aviones de combate. Ellos saben que el pueblo va a estallar y se preparan para derrotarnos.

La pregunta es, que hacemos nosotros? Seguimos creyendo en personajes repetidos que ya comprobamos sus acuerdos con el establishment o buscamos en nuestro campo popular, compañeros que nos representen realmente y no tengan compromisos con sectores del poder económico?

Definir un programa mínimo de acción ante la miseria planificada y una propuesta política realmente nacional, popular y combativa es indispensable ante el apocalipsis planteado por el gobierno de Milei. Demasiadas internas e intereses en nuestro campo. Demasiada tolerancia a lo inaceptable. Se necesitan nuevas melodías, líderes que se nos parezcan. Basta de rosca y traidores, basta de blandos y vendidos. “Solo el pueblo salvará al pueblo” decía Perón y tenemos a nuestra gente. Hay que organizarse.

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