Una multitud estimada en más de quinientas mil personas, marchó ayer en la ciudad de Buenos Aires para repudiar las políticas económicas y sociales del gobierno nacional y arrolló a la dirigencia de la CGT ante la dilación de la convocatoria a un paro nacional. Desde el gobierno admiten un acuerdo secreto con la dirigencia gremial para no parar. También se supo que la concentración no se hizo en la histórica Plaza de Mayo por un pedido de Macri a la CGT. Hoy habrá nuevas marchas, paros y protestas en el marco del Día Internacional de la mujer y tampoco se dictarán clases en la provincia de Buenos Aires entre otras. Se debilita la CGT por sus contradicciones internas y el resto de las centrales levanta su perfil. En Villa Gesell también hubo manifestaciónes de adhesión y marchas en el centro de la ciudad
La convocatoria de las centrales obreras a la concentración llevada a cabo ayer en la ciudad de Buenos Aires tuvo una respuesta masiva, en una jornada que se sumó contra las políticas económicas y sociales del gobierno de Mauricio Macri al paro docente del lunes que tuvo un acatamiento de más del 95 % sorprendiendo a propios y extraños pero fundamentalmente al propio gobierno que esperaba una reacción menos contundente de los docentes.
Pero la convocatoria no terminó solo protestando contra el gobierno sino que sobre el final tuvo un inesperado giro, al menos para los líderes de la CGT, que se vieron desbordados por no fijar la fecha para un paro nacional, increpados fuertemente por los manifestantes que abordaron el escenario e hicieron huir del mismo a los representantes gremiales del palco montado frente al Ministerio de la Producción, muy cerca de la Plaza de Mayo pero sin llegar a la misma.
Hoy se sabe que al mismo tiempo que convocaba y organizaba la marcha, la cúpula de la CGT negociaba con el Ministro Triaca la caja de las obras sociales a cambio de dos cuestiones puntuales: que la concentración no se realizara en la Plaza de Mayo, tratando con esto el gobierno evitar la foto de un acto que sería multitudinario y se conocería en todo el mundo, y que no se pusiera fecha al paro.
Una fuente del propio gobierno admitió ante el portal “El Destape” el acuerdo mencionado
Triaca le exigió a los popes de la CGT que realicen una marcha masiva, donde las bases se expresen. Allí no dar fecha de ningún paro y prometerlo para el futuro si el Ejecutivo no modifica sus políticas, tal como quedó plasmado en los discursos de los oradores.
“De esta manera, la gente se saca la bronca, se desinflan las demandas y pueden acordar con los sindicalistas el dinero que le deben por las obras sociales”, explicitó un funcionario a este medio. La negociación la realizaron dos de los tres secretarios generales, que le dieron la luz verde a Triaca.
Consultado por El Destape, un vocero de Trabajo dijo que “la forma de brindarle soluciones a los trabajadores es a través del diálogo”. “La modificación al Impuesto a las Ganancias y la reparación histórica a los jubilados se lograron el año pasado a través del diálogo, y no con medidas como las de hoy”, plantearon.
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