“Es una obligación moral, política, democrática e institucional decirles a todos ciudadanos cuál va a ser la política de derechos humanos del siguiente gobierno porque es una política de Estado”, aseguró la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ayer por la tarde, durante el acto de inauguración de un hospital en el partido bonaerense de Morón. Así, volvió a asumir protagonismo en la campaña de cara a 2015, respondiéndole al candidato opositor y jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que en una entrevista había prometido acabar “con los curros en los derechos humanos”
En el día del 31º aniversario del regreso de la democracia en 1983 y del séptimo del propio como presidenta -y en el Día de los Derechos Humanos-, pidió a “aquellos hombres y mujeres que quieren conducir la Argentina después del 10 de diciembre del año que viene” que “se pronuncien en esta materia” porque se trata de un tema de importancia central para el “prestigio de la Argentina en el mundo”. Cristina Kirchner destacó la presentación del informe de la Comisión de la Verdad en Brasil y también la decisión del represor Ernesto Barreiro de dar información sobre los lugares donde se enterraron a desaparecidos en la provincia de Córdoba (ver página 3).
Las expresiones de CFK fueron una respuesta directa a las declaraciones del jefe de Gobierno porteño del lunes en un reportaje. “No hay que enojarse con los que quieren tratar peyorativamente la política de derechos humanos, sino tener pena y recordar que tal vez muchos de ellos tuvieron que ver como civiles con lo que fue un mandato, porque los que están presos son los militares, pero los que se beneficiaron económicamente están al frente de muchas empresas vivitos y coleando”, dijo, en referencia a los dichos de Macri.
Sin embargo, en ese pasaje del discurso también volvió a marcarles la cancha a los precandidatos presidenciales del Frente para la Victoria. De la misma forma que hace dos semanas, en la convención anual de la Cámara de la Construcción, les había pedido que expliquen, en sus campañas, cómo financiarán el gasto social del Estado, ayer pidió que expliquen su postura respecto de los derechos humanos, por considerarla “uno de los pilares” del proyecto que encabeza.
“Tenemos que pedirles a todos aquellos hombres y mujeres que quieren conducir la Argentina después del 10 de diciembre del año que viene que también se pronuncien en esta materia, porque esto es uno de los pilares fundantes de nuestro proyecto y del prestigio de la Argentina en el mundo”, dijo.
Tres de los principales postulantes, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, estaban presentes y recibieron el mensaje. Scioli, por caso, minutos después del acto ratificó en su cuenta de Twitter su compromiso con la política oficial en derechos humanos.
Luego, la Presidenta destacó el caso del militar Barreiro, que “desancadenó el episodio de Semana Santa” en 1987 “al acuartelarse en el Tercer Cuerpo del Ejército ante una citación de la Justicia” y “hoy a 27 años” de ese episodio “esa misma persona se ofreció a colaborar con la Justicia para ir a identificar los lugares donde están los detenidos de-saparecidos”.
Para Fernández de Kirchner, “esto es un logro de la sociedad argentina y no es ningún curro, es crecimiento, justicia, es perseverancia de los organismos de derechos humanos”, explicó. “No me importan tanto las palabras necias como los silencios cómplices, quiero pronunciamientos claros respecto de este tema de los derechos humanos en todos los hombres y mujeres que quieren conducir la Argentina”, insistió, dándole especial énfasis al asunto.
En ese contexto, CFK le mandó “un fuerte abrazo” a su par de Brasil, Dilma Rousseff, que recibió ayer de manos de la Comisión de la Verdad, integrada entre otros por los ex presidentes Lula da Silva y Fernando Henrique Cardoso, el informe definitivo sobre los 434 desaparecidos que hubo durante la última dictadura brasileña. “Eran épocas de la doctrina de seguridad nacional producto de la Guerra Fría, la propia Dilma fue encarcelada y torturada”, recordó.
Antes del acto, la mandataria había inaugurado, mediante videoconferencias, la sede central de la Auditoría General de la Nación (AGN), un Centro de Acceso a la Justicia (CAJ) en el barrio porteño de Once, y un monumento a Arturo Jauretche en la Avenida 9 de Julio de la misma ciudad. Junto a ella estaban (además de los tres precandidatos) el intendente deMorón, Lucas Ghi; el titular de la Afsca, Martín Sabbatella, y los ministros de Planificación, Julio De Vido, y de Salud, Juan Manzur.
Por último, CFK dijo que la Argentina “merece que sus dirigentes políticos sigan construyendo verdaderas políticas de Estado” y destacó que un reciente informe de la FAO asegura que “todo el poder adquisitivo que habían perdido los salarios argentinos en la crisis de 2001 ha sido recuperado ampliamente” en la última década y destacó al país como “modelo” por “las políticas sociales” implementadas los últimos años. “Este dato es motivo de orgullo y no lo decimos nosotros. Ojalá, mañana los diarios lo reflejen”, concluyó.
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