Si veríamos en una plataforma como Neftlix, Paramount+, Star +, etc una serie política donde la CIA interviene en la política interna de otros paises con agentes infiltrados en los partidos, comprando periodistas, jueces, fiscales, cortes supremas, acordando golpes económicos con los bancos radicados en esos países, corridas cambiarias provocadas, inflación desmedida acordada con empresas monopólicas y acorralando gobiernos hasta imponer a sus hombres y su política, todos afirmariamos que esa es la realidad que se vive en países de África o Medio Oriente, jamás aquí, obviamente.
En esos países una vicepresidenta jaqueada por el lawfare, con la posibilidad cierta de ir a prisión o ser proscripta, o las dos cosas por jueces militantes de las corporaciones y la embajada yanqui, es muy factible que firme su rendición y acepte al hombre de la embajada que capitaneará una política neoliberal encubierta al servicio de los intereses imperiales.
Es muy factible, en una serie de ese tipo, que el mismo hombre de la embajada sea quien provocó el desbarajuste económico a través de sus socios para acorralar al presidente y a la vice y asumir como súper ministro.
En ese caso, los mercados se tranquilizarían, el dólar bajaría y la estabilidad sería posible a corto plazo posicionando al hombre de la embajada como candidato con posibilidades en las próximas elecciones. De esta manera, el imperio garantiza la continuidad de los acuerdos que se hayan hecho con organismos de crédito internacional y una geopolítica alineada con ellos. Cómo siempre, ganan los yanquis. ¿Menos mal que eso aquí no pasa, no?
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