El primer semestre dejó una fuerte inercia y sobre ella el pico de incertidumbre generó un vendaval de remarcaciones que volvió a elevar el escalón inflacionario.
La inflación de julio llegó al 7,4 por ciento mensual, el nivel más alto desde la explosión de la convertibilidad, informó el Indec. En los siete primeros meses, los precios acumulan un incremento del 46,2 por ciento y en la comparación anual el número se ubica en el 71 por ciento, lo cual no tiene antecedentes desde los últimos coletazos de la hiperinflación que terminó con el gobierno de Raúl Alfonsín y abrió la puerta al ciclo neoliberal. Para fin de año, la inflación podría superar el 90 por ciento.
"Claro que veo lo que pasa con los precios. Por eso dejamos todas las paritarias abiertas para que los sueldos le ganen a la inflación y anunciamos el aumento para los jubilados y un bono especial. Y mientras tanto hacemos desde el Estado los esfuerzos que corresponden para resolver el problema", dijo el presidente, Alberto Fernández.
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