El asesinato de Susana Beatriz Montoya, esposa del militante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) Ricardo Fermín Albareda, ha generado gran conmoción en Córdoba. Montoya, de 76 años, fue hallada sin vida el sábado en el patio de su hogar, con un golpe en la cabeza. La inscripción intimidante en una de las paredes de su casa, que decía: “Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos. Policía”, sugiere un posible vínculo con las amenazas previas recibidas por su hijo, Fernando Albareda, miembro de HIJOS Córdoba. Estas amenazas, que incluían simbología nazi, surgieron tras la llegada de Javier Milei al poder y el discurso procesista de la vicepresidenta.
El caso ha suscitado alarma en los organismos de Derechos Humanos de Córdoba, así como en los altos niveles de la política y la justicia. La falta de una consigna policial para Montoya y la ausencia de signos de robo en la vivienda aumentan la preocupación por la naturaleza del crimen. La investigación, a cargo de la Fiscalía del Distrito 4, Turno 3, dirigida por Juan Pablo Klinger, avanza con cautela mientras se esperan los resultados de la autopsia.
El gobernador Martín Llayora y la Casa de Gobierno de Córdoba han optado por esperar el desarrollo de la investigación antes de emitir una postura oficial. Mientras tanto, los diputados nacionales Gabriela Estevez y Pablo Carro, de Unión por la Patria, han exigido el esclarecimiento inmediato del asesinato, subrayando la conexión entre el negacionismo y el crimen. Los organismos de Derechos Humanos de Córdoba también han emitido un comunicado resaltando el peligro de los discursos de odio en la sociedad actual.
En el mediodía de ayer, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof inauguró junto... LEER NOTA COMPLETA
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