El juez federal Eduardo Hansen dispuso la elevación a juicio de Carlos Blaquier y el ex capataz de Ledesma Alberto Lemos por su complicidad en los secuestros de Luis Arédez, Omar Gainza y Carlos Melián, ocurridos en Jujuy en 1976. "Esto es fruto de la militancia histórica de los parientes y amigos", celebró Ricardo Arédez, quien pidió celeridad en el proceso por la avanzada edad del acusado. Ahora la Justicia debe conformar el tribunal que realizará el juicio oral.
El juez federal Eduardo Esteban Hansen dispuso la elevación a juicio de Carlos Pedro Tadeo Blaquier en la causa que se le sigue por los secuestros de Luis Arédez, Omar Gainza y Carlos Melián, ocurridos en 1976, al rechazar un planteo de nulidad realizado por su defensa. La noticia llega un día antes del cumpleaños 94 del dueño del poderoso Ingenio Ledesma. Todavía falta agregar un expediente y luego la Justicia jujeña debe conformar el tribunal que juzgará a Blaquier y a su ex capataz Alberto Lemos por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura en Libertador General San Martín; recién entonces el empresario se sentará en el banquillo de los acusados. Esta causa estuvo ocho años a la espera de una decisión de la Cámara de Casación.
En su resolución, el juez tuvo en cuenta el detalle probatorio presentado por el Ministerio Publico Fiscal según el cual "los hechos ilícitos relatados fueron expresiones del plan sistemático de represión ejecutado por el aparato de poder del Estado Nacional, con la intervención de los imputados, quienes mantenían una gran influencia y dominio sobre las estructuras sociales, económicas, políticas y territoriales del departamento de Libertador General San Martín, facilitando medios ideológicos (seguimiento e investigación de las víctimas, información,) y logísticos (personal, camionetas, combustible) para perpetrar los hechos".
Blaquier deberá responder por el delito de privación ilegítima de la libertad agravada en perjuicio de Arédez, Gainza y Melián, "en grado de cómplice primario", y Lemos por los mismos cargos "en calidad de cómplice secundario". La justicia ya había acreditado que los tres fueron víctimas por su actividad político-sindical. Arédez fue secuestrado de su casa, en presencia de su familia.
"Cada minuto que pasa es un minuto perdido por la posibilidad cronológica de que Blaquier ya no esté. Siempre es una expectativa, hasta que no se lo vea a él hablando, aunque sea por videoconferencia, es una espera que lleva 45 años, un trabajo de concientización, de búsqueda de pruebas. La misma espera que hicieron las madres, los padres y los familiares de los desaparecidos, y las esposas y los familiares de los presos políticos de Jujuy", dice a PáginaI12 Ricardo Arédez, uno de los cuatro hijos del matrimonio de Olga Márquez y Luis Arédez, el primer intendente que pretendió cobrarle impuestos a los Blaquier. "Lo fundamental sería un funcionamiento claro y comprometido de la Justicia en la búsqueda de la verdad. Esto es fruto de la militancia histórica de los parientes, amigos e incluso periodistas que nos ayudaron a llevar esto adelante", agrega. Su voz suena cansada, a pesar de que cuenta una buena noticia. Es que además del letargo judicial tuvieron que luchar, con les abogades que lo han ido acompañando, contra estudios muy poderosos.
Otro largo tiempo se había tomado la Corte Suprema en destrabar este caso al revocar la falta de mérito que la Cámara de Casación, con otra conformación, le había dictado al empresario en 2015.
En el pueblo de Libertador General San Martín por estas horas habrá conmoción, tal como sucedió cuando Blaquier fue citado a declarar. "Es la acción psicológica que despliegan siempre hacia la población, que está condicionada, con todo derecho, por el abuso de la empresa", menciona Arédez. Falta la causa Burgos --que investiga los 26 secuestros cometidos entre el 20 y el 27 de julio de 1976 en las Noches del Apagón-- para empezar a armar el tribunal que enjuiciará a Blaquier y a Lemos. "Veremos cuánto tarda la Justicia de Jujuy en conformarlo para realizar este histórico juicio", dice el menor de los hermanos Arédez. A pesar de la oscuridad provocada por aquel corte de electricidad en el pueblo, que adoptó el nombre de Ledesma por la empresa, las víctimas y los testigos lograron identificar que los grupos de tareas utilizaban las camionetas del ingenio de los Blaquier para trasladar a los secuestrados.
Blaquier perdió la pulseada en la Cámara Federal de Casación, que el 5 de agosto decidió rechazar los recursos que había presentado en 2013 contra su procesamiento por los secuestros ocurridos en 1976 en la zona de influencia del Ingenio Ledesma. Los camaristas Javier Carbajo, Ángela Ledesma y Mariano Borinsky resolvieron enviar el expediente al Juzgado Federal de Jujuy para que siga su trámite después de tantos años de demora.
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