El fondo buitre Burford Capital ha intensificado sus acciones legales contra Argentina, buscando embargar activos de Aerolíneas Argentinas, Arsat, Enarsa y el Banco Nación en un intento por cobrar un fallo de 16.000 millones de dólares relacionado con la estatización de YPF. Burford argumenta que estas entidades son “alter egos” del Estado argentino, es decir, extensiones del gobierno que podrían ser objeto de embargo. Sin embargo, los abogados argentinos rechazan esta afirmación y defienden la separación entre el Estado y estas instituciones.
El periódico británico Financial Times destaca que Burford está adoptando un enfoque prolongado, similar al del caso Elliott, que duró 15 años y concluyó con un acuerdo durante el gobierno de Mauricio Macri. En esta ocasión, Burford ha presentado una serie de alegaciones que sugieren que entidades como Aerolíneas y el Banco Nación están controladas por el Estado argentino, lo que teóricamente facilitaría el embargo de sus activos en el extranjero.
A pesar de las demandas de Burford, los abogados de Argentina argumentan que estas instituciones están operativamente separadas del gobierno. Además, el Financial Times informa que el gobierno argentino confía en ganar la apelación y considera que los esfuerzos de Burford buscan avergonzar al país más que recuperar activos sustanciales. El caso resalta la complejidad y el impacto prolongado de los litigios internacionales sobre la economía y la política argentina.
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