Cuidarnos del Covid-19 es una cuestión de conciencia

Semanas atrás contábamos desde esta columna sobre las pruebas que algunos gobiernos europeos iban a poner en marcha de cara al verano en el hemisferio norte a partir del concepto de “playas activas” con la mira en la apertura de las ciudades balnearias y de la actividad turística tan afectados por la pandemia de Covid-19.

Hoy la pregunta es por qué los grandes medios de comunicación que transmiten desde la Ciudad de Buenos Aires y que se ven en todo el país como si fueran palabra santa, casi no muestran ni profundizan sobre lo que pasa más allá de nuestras fronteras. En cambio, por razones de rivalidad política, muchos alientan la violación de la cuarentena con una “marcha patriótica” para defender a una empresa que estafó a miles de productores. Está claro que esos periodistas y esos dirigentes no ponen el cuerpo en las protestas. Tampoco critican a quienes salen a bailar a la calle en un barrio pituco aunque violen el aislamiento social en una de las ciudades más golpeadas del país por el Covid 19… Eso sí, si el baile o la música suenan en un barrio popular, ponen el grito en el cielo.

Las cifras siempre son elocuentes para poner en evidencia, en este caso la gravedad de la pandemia, sobre todo en países donde las medidas de prevención fueron tardías o inexistentes. Nuestro vecino Brasil, registra 110.6470 contagiados y 51.271 muertos; México, donde el presidente Manuel Andrés López Obrador relativizó en los primeros tiempos el poder de contagio de este virus ya registra 185.122 contagios y 22.584 muertos. Perú, lleva diagnosticados 257.447 casos y 8.223 muertos. Ecuador registra 50.640 contagiados y 4.223 muertos.
Chile, es el otro vecino complicado: allí la cifra de contagios trepó a 246.963
casos y los muertos ascienden a 4.502. Dicho sea de paso, en varios de esos países, los gobernantes de derecha se dan la mano.

Todos estos datos son difundidos en el llamado “Mapa del Coronavirus” que publica en tiempo real la Radio y Televisión Española (RTVE) en su página https://www.rtve.es/…/mapa-mundial-del-corona…/1998143.shtml

En nuestro país, donde ningún gran medio cuenta con un mapamundi similar, al martes 23 de junio, llevamos 44.931 contagiados y 1.043 muertos. En el otro extremo del continente, Estados Unidos lidera la lista con 231.2302 y 120.402 decesos, casi el doble de los estadounidenses muertos en Vietnam durante los 20 años del conflicto (1955-1975), según cifras del Archivo Nacional de ese país.
Allí, Donald Trump, el multimillonario empresario devenido en presidente por el Partido Republicano que aspira a su reeleción en noviembre, llegó inclusive a indicar que inyectarse desinfectante o exponerse a rayos UV podía matar al virus.

Los sistemas sanitarios colapsados en varios países de América Latina, peor que lo ocurrido en Europa, la imposibilidad de las empreas fúnebres para dar respuesta a la demanda como ocurrió en Ecuador, o las fosas comunes cavadas en Brasil, fueron imágenes de noticieros en diversas partes del mundo. En Argentina, sólo algunos canales mostraron esas escenas desgarradoras y en algunos casos era para el “show del horror” y no para reforzar la necesidad de protegernos.

En países europeos como Alemania, donde cuentan con servicios de salud bastante más sólidos que el nuestro, se registraron rebrotes de Covid-19 en estas semanas. El martes las autoridades resolvieron limitar los desplazamientos y las actividades en dos localidades del oeste, Gutersloh y Warendorf, donde viven unas 600 mill personas, luego de detectarse 1.500 casos en un matadero de la región. Al aflojar el confinamiento, empiezan los rebrotes, como también está ocurriendo en España. Ahora se trata de “controlar los focos, como si fuera un incendio”, explicaba esta semana Tomás Orduna, jefe de Patologías Regionales y Medicina Tropical del Hospital Muñiz y uno de los asesores presidenciales a la radio El Destape.

Villa Gesell es uno de los 70 municipios bonaerenses que pasaron a la fase 5, es decir que pasaron 21 días seguidos sin registrar ningún caso de Coronavirus. Desde el inicio de la pandemia, en esta ciudad se registró un solo caso de Covid-19.

De esta forma, se pasa del aislamiento social al distanciamiento social y se reanudan actividades como venta de ropa al por menor, juguetes, apertura de bares y restaurantes, gimnasios y salidas de esparcimiento.

Es una buena noticia que recompensa el esfuerzo de las geselinas y geselinos y las tempranas disposiciones de aislamiento, porque está más que claro que en una ciudad turística, el objetivo es llegar a la temporada en las mejores condiciones posibles y recuperar, de alguna forma, estos meses de nula actividad económica.

El asunto será entonces seguir cuidándonos todos, en especial quienes estamos en el Area Metropolitana de Buenos Aires pues de no ser así, no habrá temporada veraniega para quienes estamos en el AMBA: no podremos ingresar a ningún lado a descansar. Y esto no es sólo una cuestión de dinero. Es un asunto de conciencia.