A medida que se acercan las elecciones presidenciales en Estados Unidos, las repercusiones para Argentina son objeto de debate entre especialistas locales. Un posible triunfo de Donald Trump fortalecería la agenda ideológica de la derecha reaccionaria en América Latina, en especial la de Javier Milei, quien coincide con el expresidente en su discurso agresivo contra las minorías, el feminismo y el cambio climático. Este escenario también podría beneficiar a otros movimientos de extrema derecha en la región, como el bolsonarismo en Brasil. Sin embargo, algunos analistas advierten que, aunque la victoria de Trump podría tener un fuerte impacto simbólico, los efectos reales sobre el financiamiento y apoyo material para Argentina serían limitados.
Por su parte, un eventual triunfo de Kamala Harris, vicepresidenta actual y candidata demócrata, representaría un respaldo a una derecha liberal más moderada, diferente a la postura más extrema de Trump. En este sentido, tanto Harris como Trump se oponen a las políticas de corte nacional-popular y autonomistas en la región. A nivel económico, mientras Trump impulsa un proteccionismo comercial que podría perjudicar las exportaciones argentinas con aranceles más altos, Harris promueve un enfoque más colaborativo con los países aliados, lo que podría generar una oportunidad para que Argentina estreche vínculos con Estados Unidos. Sin embargo, el impacto de ambos candidatos en la economía argentina se percibe con cautela, ya que la relación bilateral depende más de factores estructurales y menos de afinidades ideológicas.
En cuanto a la guerra comercial y las exportaciones argentinas, los expertos sugieren que un segundo mandato de Trump podría provocar nuevos ajustes en los precios internacionales, especialmente en productos como la soja, que podrían verse beneficiados en el mercado global si Estados Unidos se aleja de ciertos acuerdos comerciales. Sin embargo, no todos coinciden en que los cambios serían drásticos. Algunos analistas, como el economista Martín Burgos, señalan que los impactos de una posible reactivación de la guerra comercial serían menos significativos para Argentina, que ya está adaptada a estas dinámicas. En definitiva, los resultados de estas elecciones podrían redefinir el alineamiento ideológico y político de la región, pero las decisiones clave sobre inversiones y comercio seguirán dependiendo en gran medida de las políticas internas de Argentina.
Todos los derechos compartidos