Hoy 17 tuvimos una nueva edición de las marchas contra el gobierno, como parte de un plan sistemático de erosión con fines destituyentes, que comenzó a orquestarse desde el 10 de diciembre, o tal vez antes.
Esta vez usando la fecha recordatoria del General San Martín, volvieron al novedoso,(para ellos) ejercicio de salir a la calle, aprovechando el vacío que la racionalidad y el acatamiento de las medidas de contención de los contagios de los sectores populares, les dejan servido en bandeja.
Y como les importa un carajo la salud y la vida de sus convocados, los sacan a torear al virus con un variopinto abanico de consignas que van desde la anti-cuarentenaqueyanoexiste hasta la oposición a la reforma judicial que no saben de qué trata pero no importa...
Porque no hay fundamentos para la protesta, ya pasó por la falsa liberación de presos peligrosos y el apoyo a los estafadores de Vicentín, y cualquier excusa sirve para el motivo verdadero de estás marchas, desgastar un gobierno popular que afecta potencialmente los intereses de los convocantes y es el ícono odiado por los convocados.
En momentos que la organización popular, incipiente e insuficiente, aboca su militancia a fortalecer la construcción del entramado solidario que nos ayudó a resistir los efectos de la noche macrista, el odio y el egoísmo se florean por
las calles, usurpando un lugar que no les es propio ni por vocación ni por historia.
La organización popular debe con urgencia recuperar la iniciativa, "bancar" al gobierno que pudimos conseguir y fijar su propia agenda en la defensa y profundización
del proceso popular renacido hace ocho meses y todavía en la incubadora.
En el mediodía de ayer, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof inauguró junto... LEER NOTA COMPLETA
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